Quienes lo investigan aseguran que tiene un tatuaje por cada persona a la que le quitó la vida. También ese mismo número le valió el apelativo por el que es conocido en el mundo del hampa. Gianfranco Torres Navarro tiene 34 años, 23 tatuajes en el cuerpo y 23 acusaciones de homicidio. Por eso es llamado ‘Gianfranco 23′.
Cuando en el 2018 el Ministerio Público y la Diviac desarticularon la organización criminal ‘Los malditos de Angamos’, dedicada a la extorsión, sicariato y usurpación agravada, la pregunta que se hicieron las autoridades fue quién iba a reemplazar al entonces cabecilla, José Antonio Prado Ventura. Bastó poco tiempo para que se dieran cuenta que ‘Gianfranco 23′ era el que ocuparía ese puesto. Cumplía con los requisitos del perfil de un criminal en ascenso.
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Torres Navarro trabajaba para Prado Ventura en el Sindicato de Construcción Civil de Ventanilla. Entre las zonas en las que operaba esta organización criminal estaba Angamos, Mi Perú y Pachacútec. También los distritos de Ancón y Huaral. Su principal fuente de ingresos era el cobro de cupos a las empresas de construcción civil y los asesinatos a sangre fría por encargo.
El día que cayó Prado, ‘Gianfranco 23′ logró huir. Desde entonces pasó a la clandestinidad pero eso no impidió que siguiera en el negocio del crimen, al que ingresó cuando apenas había superado la mayoría de edad. Este grupo rivalizaba por el control territorial con otro encabezado en ese entonces por Ulises Gonzales de las Casas, también dirigente sindical, asesinado en noviembre del 2017 de ocho balazos a pocas cuadras de la Plaza de Armas del distrito.
“Por su trayectoria criminal, por la cantidad de muertes que tiene en su haber, por lo difícil que ha sido su captura, ‘Gianfranco 23′ es el principal sicario de Callao”, dijo a El Comercio el fiscal Jorge Chávez Cotrina, jefe de las fiscalías contra el crimen organizado.
No es la primera vez que Torres Navarro es detenido. En el 2014 lo capturaron por posesión ilegal de armas. Sin embargo, al poco tiempo fue liberado. Fuentes policiales aseguran que ello se debe, entre otras cosas, a los contactos que este sujeto hizo desde que se abrió paso en el mundo hampa. Primero como ‘gatillero’, luego como cabecilla de una banda de sicarios y después como dirigente sindical. El nombre de ‘Gianfranco 23′ en Ventanilla era sinónimo de extorsión y violencia.
Desde el 2018, Torres Navarro era uno de los principales objetivos de las unidades de inteligencia. Lo poco que se sabía de él era que vivía entre los distritos de San Miguel, Ventanilla y Huaral. Evitaba utilizar teléfonos para no ser geolocalizado. Desde su guarida, mandaba a sus cómplices para que cobraran los cupos. Así estuvo hasta el pasado 11 de marzo de este año.
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Un informante se acercó a los agentes de inteligencia y les reveló que ‘Gianfranco 23′ tenía pensado salir de la ciudad abordo de un vehículo negro. Les entregó el número de matrícula y con ese dato acudieron al sistema de videovigilancia de Ventanilla. El auto fue ubicado en ciudad Satélite. Mientras un equipo monitoreaba el avance de Torres Navarro, otro grupo le hacía seguimiento en una moto lineal. Decidieron intervenirlo en el peaje de Ancón. El acusado no opuso resistencia. En el auto estaba acompañado de su familia. Los policías no realizaron ningún disparo.
Ya en la Depincri de Ventanilla, el escurridizo hombre negó todos los cargos. Entre lágrimas, dijo que todas las acusaciones que pesaban contra él eran mentira. “Si lloro es de impotencia. Yo tengo una vida tranquila”, dijo mientras era interrogado. Cuando fue arrestado, tenía un revolver Smith & Wisson calibre 38.
“La fiscalía de Ventanilla, conjuntamente con la policía, han dado el más duro golpe contra el crimen organizado en el Callao y Ventanilla con la captura de ‘Gianfranco 23′″, asegura el fiscal Chávez Cotrina y agrega que el sujeto, que al cierre de esta nota se encontraba en requisitorias antes de pasar a un penal, tiene una sentencia de diez años de cárcel por posesión ilegal de armas que se dictó en el 2019, y una orden de 25 meses de prisión preventiva por integrar la organización criminal ‘Los malditos de Angamos’.
El fiscal sostiene que en agosto la fiscalía de crimen organizado presentará su acusación contra Torres Navarro, Prado Ventura y los demás cómplices. No obstante, es inevitable que las autoridades se vuelvan a hacer la misma pregunta: ¿quién ocupará ahora el lugar de ‘Gianfranco 23′?
“Lamentablemente, aparecerá otro. Porque así siempre ocurre. Cuando cae uno, entra otro. Esa es la historia del crimen organizado”, afirma el experimentado fiscal.