Las atenciones por salud mental en el Perú y a nivel mundial tuvieron un crecimiento significativo en los tres últimos años, después de haberse enfrentado una época pandémica a causa del Covid-19, donde muchas personas perdieron a familiares, pero además dejaron de interactuar socialmente, acrecentaron el sedentarismo en su vida cotidiana, aumentaron su ansiedad por la incertidumbre de no saber en qué momento se regresaría a la llamada normalidad, entre otros.
No obstante, y a pesar de haber superado la pandemia, aún existen rezagos de la misma que han evidenciado que el aspecto psicológico es un componente crucial de la atención integral que se debe brindar, y eso lo demuestra el informe epidemiológico de salud mental en Perú de Talent & wellness consulting, sobre el impacto de la pandemia en trabajadores, el cual revela que solo en el primer semestre del 2023 se realizaron 6, 959 mil asistencias en salud mental.
Además, bajo este contexto, la presente investigación durante el período 2020 al 2022, proporcionada por Talent & wellness consulting, en base a sus datos de atenciones con respecto al género de los usuarios, en el 2022, el género femenino predominó con el 52.80%, mientras que el masculino representó el 47.20% de atenciones, y en lo que respecta, en relación con el sector económico de los usuarios, el sector Retail tuvo predominancia en los tres años, seguido por el sector banca y seguridad corporativa.
Sobre el origen de las atenciones, se encontró que las atenciones derivadas por las mismas empresas representaron más del 50% del total del 2020 a 2022.
La Dra. Roxana Lingán, directora de Talent & wellness consulting, indicó:
“En nuestro país, la salud mental es atendida después de ser diagnosticada más no de una manera preventiva, y como resultado de ello no existen planes de salud diseñados a la nueva realidad; hoy se necesita un enfoque sistémico, profesionales de la salud que trabajemos de manera multidisciplinaria para responder a la alta demanda en todas las especialidades de la salud, al respecto la demanda de las atenciones en las especialidades de la salud mental ha crecido significativamente. En nuestra experiencia el crecimiento ha sido exponencial atendiendo a empresas de los principales sectores económicos del país”.
Asimismo, mencionó algunos problemas psicológicos más recurrentes y/o graves que pueden desencadenarse en el entorno laboral, por ejemplo, el desgaste y agotamiento mental, llamado el Síndrome de Burnout, considerado por la OMS como una enfermedad laboral que provoca detrimento en la salud física y mental de los individuos.
“Este Síndrome trae como consecuencia tres grandes áreas de afectación: despersonalización, en la cual el colaborador pierde todo interés en continuar con sus tareas y actividades propias de sus funciones, así como actitudes negativas y distantes hacia los demás; el sentimiento de bajo logro o realización profesional-personal, perdiendo interés por las nuevas metas y desafíos laborales; y el agotamiento emocional, que se observa en el cansancio físico como mental que da la sensación de no poder dar más de sí mismo a los demás, síntoma que ha tenido un crecimiento importante durante pandemia” señaló la especialista.
Agregó que, para atender este tipo de casos, es importante contar con una política de salud mental en las empresas, así como con indicadores asociados a enfermedades, ausentismos, subsidios como siniestralidad.
Además de implementar un plan de buenas prácticas y de vigilancia de salud mental, tener estrategias y planes de salud que no solo estén enfocados a la salud física, sino a la salud física-mental, entre otros aspectos para contar con una gestión de la salud mental basada en vigilancia y resultados.
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