Hinchazón en la barriga, piernas, ojos y rostro, así como fiebre, presión alta e inapetencia son algunos síntomas que presentaron Josué (13) y Said (5), dos menores a quienes se les diagnosticó síndrome nefrótico. Ellos son dos de un total de 70 niños que esperan un trasplante de riñón, y que desde hace 8 y 3 años, respectivamente, reciben tratamiento de hemodiálisis en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña.
Esta es la situación que el establecimiento dio a conocer en el Día Mundial del Riñón, que se celebra hoy jueves 10 de marzo, bajo el lema “Salud renal para todos, cerremos la brecha del conocimiento para una mejor atención de la enfermedad renal”.
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Mario Encinas, médico jefe del servicio de Nefrología del INSN, informó que 46 de los pequeños pacientes reciben tratamiento de hemodiálisis y 24 se someten a la terapia de diálisis peritoneal. En el primer grupo, 16 menores provienen del interior del país, lo que representa el 40%. En el segundo grupo el 80% también proviene de distintas regiones. Actualmente, siete de los pacientes están hospitalizados.
“Somos la única institución pediátrica a nivel nacional que brinda la atención exclusiva en terapias de reemplazo renal como son hemodiálisis y diálisis peritoneal crónica en los pacientes niños y adolescentes. Nuestra institución cuenta con personal profesional altamente especializado”, sostuvo el especialista.
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Se puede detectar en etapa prenatal
Encinas señaló también que “la enfermedad renal congénita, malformaciones o hereditarias puede ser detectada en forma temprana e incluso desde la etapa prenatal con un adecuado control”.
El nefrólogo pediatra explicó que la enfermedad renal crónica no provoca molestia alguna en su etapa inicial y que los síntomas aparecen cuando ya se ha perdido gran parte de la función del riñón. Así en la etapa avanzada el paciente experimenta aumento o disminución del volumen de orina, anemia, aumento de la frecuencia de orinar, orina de color rojizo e hinchazón del cuerpo.
Por esta razón, Encinas recomendó a los padres que lleven un control adecuado del crecimiento y desarrollo de sus hijos, una alimentación saludable, eviten la ingesta excesiva de sal y de líquidos azucarados y que beban agua en forma adecuada.
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“No pierdo la esperanza”
Josué es un adolescente natural de Iquitos que fue diagnosticado con síndrome nefrótico cuando tenía 5 años en el hospital de su ciudad, razón por la que fue referido al INSN para recibir con urgencia tratamiento de hemodiálisis.
Desde entonces este centro pediátrico se convirtió en su segundo hogar. Le hacen hemodiálisis 3 veces a la semana y debido a su enfermedad nunca ha ido al colegio.
“No pierdo las esperanzas de ver a mi hijo correr como un niño sano, que tenga una mejor calidad de vida. Solo necesita un trasplante de riñón”, manifestó su madre, Blanca Souzahuanín (34).
Mientras que a Said, que también tiene autismo, le diagnosticaron el problema renal cuando tenía 2 años. Él recibió un año de tratamiento de diálisis peritoneal y luego pasó a hemodiálisis. Ahora acude dos veces a la semana al INSN junto a su madre Katherine Calderón (23), mientras espera un trasplante de riñón.
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