En setiembre, las muertes totales reportadas en el país acentuaron su disminución en relación con niveles de meses anteriores. Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef), en este período hubo un exceso de 6.714 fallecimientos en relación con el mismo mes del 2019. Esta cifra representa una caída de 61% respecto a la brecha reportada en agosto (17.500 muertes) y es también la más baja desde mayo, fecha en que se iniciaba la fase ascendente de la pandemia por coronavirus.
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De acuerdo a cálculos realizados por El Comercio, la disminución de fallecidos en el registro del Sinadef (que lleva la cuenta de los decesos por toda causa) sigue la misma tendencia observada por el COVID-19. En los últimos seis meses de la pandemia, registraron 82.022 muertes en exceso. Las cifras más altas de este indicador se observaron durante junio y julio, que en conjunto representan el 45% del total.
Pese a que hacia la primera mitad de agosto se registraron los ‘picos’ de fallecidos por el COVID-19, en las semanas siguientes también ocurrió un marcado descenso que continúa hasta hoy [ver gráfico]. De esta manera, el exceso de septiembre solo está por encima de lo presentado en abril (4.242 muertes).
La curva de mortalidad tuvo una fuerte subida entre abril y mayo, alcanzando su primer pico el 1 de junio, con 1.002 defunciones totales. Durante ese mes, la ola mostró un leve declive que fue interrumpido en julio debido a un repunte asociado al inicio de la cuarentena focalizada y la “nueva normalidad”. La curva subió y alcanzó un nuevo máximo el 3 de agosto, cuando se reportaron 1.044 decesos, más del triple que lo registrado el mismo día del 2019. Pese a esto, en las semanas siguientes inició una marcada caída que continúa hasta la fecha. La última semana de setiembre se reportaron 425 muertes diarias en promedio, que aún están por encima de las 340 presentadas en el mismo intervalo del año anterior.
Por zonas
Existe un contraste entre la evolución de la epidemia en Lima y Callao, así como en el resto del país [ver gráfico]. Mientras la capital, el norte y la selva marcaron la tendencia ascendente de la curva en los tres primeros meses de la enfermedad, tanto el sur como algunas zonas del centro se convirtieron durante julio y agosto en los principales focos de contagio y decesos por COVID-19.
Desde el inicio de la pandemia, Lima y Callao han registrado en conjunto 45.278 muertes en exceso, cifra que representa el 55% del total nacional. Les siguen en la lista La Libertad, Arequipa, Piura y Áncash. Las regiones del norte sufrieron los estragos de la enfermedad antes del inicio de la cuarentena focalizada, mientras que la ciudad blanca fue golpeada por el coronavirus entre julio y agosto.
La lista de decesos totales continúa con las regiones Ica, Junín, Cusco y Puno. La primera presenta la tasa de mortalidad más alta por COVID-19, según las cifras oficiales del Minsa, mientras que en las regiones del sur la ola de contagios bajó entre la quincena de agosto y los primeros días de setiembre.
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