Tras el inicio de un nuevo año y el aumento de la temperatura como parte del verano, miles de personas se han volcado a las playas de la Costa Verde para disfrutar del sol y el espacio público por excelencia durante esta temporada. Los balnearios que reciben mayor cantidad de gente son los de Chorrillos y Barranco, pues son los distritos de Lima Metropolitana que tienen playas con arena.
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Precisamente, el pasado 1 de enero, cerca de 50 mil veraneantes llegaron hasta la playa de Agua Dulce, en Chorrillos, para festejar el inicio del 2024. Similar panorama se vivió en las playas Las Sombrillas y Los Yuyos, las cuales se vieron abarrotadas. Los puentes peatonales que conectan con estas playas terminaron prácticamente colapsados debido a las aglomeraciones de personas al momento de llegar y retirarse. Incluso, algunas optaron por arriesgar sus vidas bajando por el acantilado sin ninguna medida de protección.
Este panorama no ha cambiado mucho en los días posteriores, pues si bien la cantidad de gente no es la misma, de todas maneras alcanza niveles significativos, sobre todo en las tres playas mencionadas.
Cynthia Yamamoto, fundadora del Colectivo Peruanos de a Pie, precisó a El Comercio que uno de los puentes más utilizados por los veraneantes para llegar a la Costa Verde y que ya superó su capacidad es el de la Bajada de los Baños, en Barranco, el cual desemboca directamente hacia las playas Barranco, Barranquito y Los Yuyos. Vale precisar que esta última, junto con Agua Dulce y Las Sombrillas, son las más concurridas al ser de las únicas playas de arena que tiene la Costa Verde.
“Definitivamente la estructura como tal (Bajada de los Baños) ya está colapsada. Hay accesos que son bastante discretos, como en el del parque María Reiche, que no se usan masivamente”, dijo.
Otro puente peatonal que da acceso directo a las playas es el que conecta directamente con Agua Dulce, en Chorrillos.
Proponen establecer aforos
El alcalde de Chorrillos, Fernando Velasco, manifestó que el 85% de personas que bajan a la Costa Verde en busca de pasar el día en las playas eligen como destino Agua Dulce, por lo que informó que viene coordinando con la Gerencia de Movilidad Urbana de la Municipalidad Metropolitana de Lima para que esta playa “tenga un trato especial”. Es decir, que pueda recibir apoyo de parte del personal de la comuna capitalina para brindar orden y seguridad.
“En Agua Dulce podemos manejar, calculamos, entre 25 y 30 mil personas, con esa cantidad podemos brindar un buen servicio. El pasado 1 de enero (día en que asistieron 50 mil veraneantes), en el lapso de una hora desaparecieron 150 menores de edad. Luego los niños se reencontraron con sus padres en la sede de Seguridad Ciudadana del distrito”, sostuvo.
Ante este panorama, Velasco informó que su gestión viene evaluando establecer un aforo en las playas del distrito, primordialmente la de Agua Dulce. Explicó que la idea es que con la ayuda de agentes de la Policía Nacional se puedan tener tranqueras en la zona de ingreso al balneario y contabilizar el número de veraneantes. Una vez llegado al tope permitido (entre 25 y 30 mil personas), se inducirá a los ciudadanos a dirigirse a otras playas contiguas.
Asimismo, la autoridad chorrillana precisó que en Agua Dulce hay una capacidad para que 1.500 carros se puedan estacionar. Detalló que su municipio está autorizado a cobrar una tarifa de parqueo (50 céntimos la hora).
Por otro lado, la alcaldesa de Barranco, Jessica Vargas, dijo a El Comercio que el último fin de semana, que fue feriado largo, las playas del distrito recibieron gran cantidad de personas. Asimismo, el lunes 1 de enero, se alcanzó un pico de veraneantes: más de 5 mil. En esa línea, detalló que Tanto Las Sombrillas como Los Yuyos reciben normalmente un máximo de hasta 2.500 personas diariamente en temporada de verano.
“Se ha establecido el pasado fin de semana más de 5 mil veraneantes, cuando normalmente cada playa recibe entre 1.000 a 1.500 personas un día de semana. Los fines de semana esta cifra puede llegar a 2.500. El 1 de enero fue la excepción, ahí sí sobrepasó lo estimado (5 mil)”, explicó.
Al respecto, la alcaldesa sostuvo que ha conversado con el alcalde de Chorrillos y que se sumará a la medida que ha planteado de establecer aforos en las playas de ambos distritos, sobre todo ahora que se vienen registrando algunos casos de Covid en el país. “Saludo esa medida del alcalde de Chorrillos. Estoy de acuerdo. Me voy a reunir con él para conversar y sumarme, ya que el fin de semana hubo mucha gente y también por un tema de salud. Ya los técnicos tendrán que trabajar ahí”, expresó.
Agregó que en Las Sombrillas y Los Yuyos el municipio barranquino ha colocado un cerco de bambú que da acceso a las playas. En estos puntos, dijo, se podría controlar fácilmente el ingreso de las personas mediante un contómetro.
Funiculares y otras propuestas
Ya sea a través de más puentes, ascensores o medios de transporte público, la gran cantidad de gente que se vuelca a las playas en temporada de verano obliga a plantearse e implementar nuevas, modernas y las más adecuadas alternativas para facilitar un acceso y una salida peatonal segura y ordenada de los balnearios de la Costa Verde.
Para Enrique Bonilla Di Tolla, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Lima, se necesita evidentemente tener más accesos peatonales, y que estos puedan sortear diferentes dificultades, como lo es la diferencia de nivel -la ciudad está a un promedio de 80 a 100 metros por encima- y la autopista que existe previo a las playas.
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“La situación es realmente compleja y se necesita tener un plan para establecer muchas más salidas de las existentes, no solamente peatonales, sino que también creo que algunos funiculares, que por cierto, no es extraño. No sé por qué razón en Lima le tenemos tanto miedo a los funiculares, que siempre estamos hablando de ellos y nunca se ha ejecutado ninguno. Hay ciudades como Medellín que están llenas de funiculares”, detalló.
Bonilla indicó que los funiculares son transportes públicos que sirven para llevar una buena cantidad de personas, por lo que sería de mucha utilidad para el traslado de gente a las playas. Implementar este tipo de transporte es tener en cuenta la topografía de la zona costera, añadió el especialista, ya que constantemente las autoridades imaginan que vivimos en una ciudad plana, pero esto no es así, aseguró.
“Tenemos una diferencia de cota en la parte alta y la parte baja y creo que se debe de pensar seriamente en un sistema de funiculares de acceso a las playas, es decir, tener una posibilidad mixta, con funiculares, accesos peatonales, buses, todo eso ayudaría”, expresó.
Bonilla plantea también como una solución interesante hacer una especie de paseo marítimo que se ubique por encima de la autopista de la Costa Verde, con el propósito de crear nuevos espacios públicos y recreativos que las personas puedan visitar y al mismo tiempo despejar un poco las playas. Explicó que la Costa Verde en sus inicios fue pensada como un gran parque, como un lugar de esparcimiento, sin embargo, por una serie de razones se ha convertido en una especie de Vía Expresa, lo que ha significado que se pierda su concepto original de gran espacio público.
“En realidad ya hay pocas playas en la Costa Verde. Hay muchas menos que antes. Muchas han desaparecido por el cambio de las mareas, derrumbes. Habría que pensar en la posibilidad de generar un gran paseo marítimo que podría estar por encima de la autopista. Que no solo sean puentes, lugares de tránsito, sino que tal vez podríamos tener uno o varios paseos marítimos que conecten la parte alta con la parte baja. Esto podría significar un mejoramiento importante a escala metropolitana. Hay una experiencia parecida en Guayaquil”, agregó.
Por su parte, el arquitecto urbanista José Carlos Soldevilla consideró dos elementos necesarios a implementarse a mediano y largo plazo para tener un espacio público atractivo, seguro y agradable en la Costa Verde. Los primero, indicó, sería quitarle la condición de Vía Expresa o autopista a la Costa Verde, a fin de diseñar un espacio ideal para la recreación de la ciudad. Y lo segundo es garantizar un adecuado nivel de accesibilidad.
“Somos la única capital del Pacífico que se encuentra frente al océano y no lo aprovechamos. En Río de Janeiro, por ejemplo, la gente vive en el espacio público de la playa, pero en nuestro caso no es así y en gran parte lo adjudico a que tenemos una autopista que tenemos que sortear para poder acceder. Además, los puentes peatonales son muy limitados y la mayoría no son de accesibilidad universal. El 40% de la población peruana es sensible a la accesibilidad. La única opción real para ir de la parte alta a la parte baja de la Costa Verde es el automóvil. ”, dijo.
Ante esta situación, Soldevilla hizo hincapié en el tema de los funiculares, cuya implementación opinó que es completamente factible, ya que no hay una complicación ni geográfica, ni técnica, y que se trata de un tema de gestión y de voluntad política.
“Evidentemente tienen un costo, hay que hacer una evaluación de cuáles son los mejores espacios que sean accesibles. Los funiculares funcionarán siempre y cuando haya luego una conectividad para atravesar una autopista o que la autopista pierda esa categoría, que la vuelves una vía con una menor velocidad máxima”, comentó.
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En tanto, Cynthia Yamamoto señaló que a fin de establecer algunas mejoras, primero tal vez se tendría que replantear el hecho de si la Costa Verde va a seguir siendo un espacio de circulación de automóviles o un espacio más para los veraneantes, sobre todo en esta época. Puso como ejemplo lo ocurrido durante la pandemia, donde se determinó que algunas vías sean usadas exclusiva o parcialmente por peatones los fines de semana, como es el caso de la avenida Arequipa.
“Por lo menos que los domingos se declare de libre tránsito para peatones (La Costa Verde). En algún momento de la pandemia así fue, mucha gente podía bajar en bicicleta. Se podrían colocar parqueaderos, estaciones de bicicletas públicas abajo en la playa”, sostuvo.
La experta también resaltó el tema de la implementación de funiculares que conecten la parte de arriba del acantilado con la parte de abajo de la Costa Verde. Recordó que años atrás, la anterior gestión municipal de Miraflores tenía en cartera un proyecto de un funicular, el cual al final quedó en nada.
El Metropolitano llegará a playas
Debido al inicio de la temporada de verano 2024, la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) puso en operación el servicio especial “Playero” del Metropolitano, con buses alimentadores que llegarán a las playas de Barranco y de Chorrillos.
Este servicio funcionará los sábados y domingos de la temporada de verano. Partirá desde el embarque Nº16 del terminal Matellini hacia las playas Los Yuyos, Las Sombrillas, Agua Dulce y Pescadores. En sentido de vuelta, se detendrá en el paradero Tottus, ubicado en la avenida Huaylas, frente a la calle Costa Azul, y en el terminal Matellini.
La ATU precisó que a causa de las obras que temporalmente inhabilitan la vía de La Herradura en la Costa Verde, el servicio playero no incluirá paradas en la playa La Herradura y el Mirador de la Herradura, como solía hacer en veranos anteriores.
El horario de atención de los buses alimentadores será desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche. La tarifa establecida es de 1 sol para el público en general y de 0,50 céntimos para los beneficiarios del medio pasaje, utilizando la tarjeta del Metropolitano o Lima Pass.
El servicio contará con una flota de buses de 12 metros, cada uno con capacidad para 80 pasajeros. Algunas recomendaciones dadas por la ATU a tener en cuenta al momento de abordar el bus son:
- Recarga con anticipación tu tarjeta Lima Pass o Metropolitano.
- Evita ingresar con paquetes muy grandes.
- Secarse bien y tratar de limpiarse la arena de todo el cuerpo.
- Quitar el aire de los inflables.
- Guardar los desperdicios de una bolsa
Al respecto, Yamamoto resaltó que la gente llega a las playas mayoritariamente en transporte público, por lo que es función de la ATU realizar la interconexión a través de un transporte alimentador y establecer bien claro las rutas y paraderos para que los veraneantes estén bien informados.
“En el caso de las rutas alimentadoras del transporte público, estas deberían incluir todas las bajadas posibles desde San Miguel, Magdalena, San Isidro. De por sí ya pasan por las avenidas como Ejército, Pardo, Pedro de Osa, Matellini”, dijo.
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Por su parte, Soldevilla destacó la idea de implementar buses ya que permite a una gran cantidad de la ciudadanía de Lima Norte, por ejemplo, llegar a la Costa Verde a través del servicio del Metropolitano con mayor facilidad.
Tomando en cuenta la capacidad de cada bus alimentador (80 pasajeros), así como la cantidad de personas que llegan a las playas de Barranco y Chorrillos en promedio durante esta temporada (cerca de 30 mil en total por día), el servicio no se daría abasto. En ese sentido se debería mejorar la frecuencia en horas de mayor demanda (desde las 4 a 6 pm). De todas formas hay que precisar que un grupo determinado de personas opta por el transporte privado para llega a la parte baja de la Costa Verde.