Un terremoto de grado 8 sacudió el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) luego de que El Comercio, a través de su campaña #NoTePases, revelara las serias deficiencias en que se desarrolla el sistema de emisión de brevetes. Al despido del director de Circulación y Seguridad Vial, el ministerio añadió un apagón informático que paralizó centros médicos y de entrega de licencias, mientras se actualizaba la información del personal que trabaja en estas dependencias.
Asimismo, anunció que a través de su procurador se denunciaría a los responsables de emitir certificados médicos truchos y dispuso el cierre del local de emisión de brevetes en Conchán.
Aunque la sacudida ha sido fuerte, resulta insuficiente. La podredumbre del sistema requiere de una reorganización completa que corte de raíz la corrupción asentada desde hace muchos años. Y hace falta saber si detrás de estos anuncios existe un real soporte político para llevarlos a cabo hasta el final.
Si bien el primer ministro César Villanueva criticó el descontrol que existe en la emisión de licencias de conducir y anunció que pediría su reorganización al MTC, sorprende que hasta la fecha el señor Edmer Trujillo, encargado de la cartera, no se haya pronunciado al respecto. Quizá si el señor Villanueva no hubiera hecho público su reclamo, las cosas no habrían cambiado sustancialmente. #NoTePases ha venido exponiendo estas y otras deficiencias desde abril de este año, cada cual más escandalosa que la otra; sin embargo, la posición del ministerio ha sido meramente reactiva.
Pero lo que más ha llamado la atención ha sido la actitud del señor Trujillo, quien por razones que desconocemos, no ha emitido ningún pronunciamiento, pese a los reiterados pedidos de El Comercio.
El caos que vivimos a diario en las calles es un tema muy complejo que, desde luego, no se resolverá solamente haciendo más riguroso y transparente el sistema de emisión de licencias de conducir. Esa es solo una de las patas de una mesa que, en el caso del Perú, tiene tantas como un ciempiés.
El domingo último, el programa “Cuarto poder” denunció cómo los trabajadores de Farenet, una de las empresas encargadas de las revisiones técnicas en Lima y el Callao, entregaban certificados autorizados por el MTC a vehículos en mal estado a cambio de coimas.
Se necesita una política integral que cuente con el concurso de las municipalidades, la policía y la sociedad civil. Pero más allá de modificaciones en las normas y procesos, o del papel que cumplirá la Autoridad de Transporte Urbano, urge un cambio en la manera en que nos relacionamos con la calle, los vehículos, la corrupción.
¿Está dispuesto el señor ministro a impulsar este cambio de chip?
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