Una llamada al celular puede desencadenar una explosión. El motor de la refrigeradora, usar el control remoto o encender el interruptor de luz también. Cualquier acción simple que involucre energía o calor puede convertirse en una tragedia cuando hay un factor en común: una fuga de gas.
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Solo durante el 2019, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú atendió 6.751 emergencias por fugas de gas licuado de petróleo (GLP) en todo el país. La mayoría de casos se concentró en Lima (4.340). Es decir, un promedio de 11 fugas al día en Lima y 18 a nivel nacional.
Se trata de la cuarta emergencia más frecuente detrás de las emergencias médicas, los accidentes vehiculares y los incendios. Además, en lo que va de enero, en Lima ya van 438 fugas de gas atendidas de los bomberos – sin contar con aquellos casos que se convirtieron en incendios–.
Hace menos de una semana, un camión cisterna de la empresa Transgas LG E.I.R.L. que trasladaba GLP sufrió una fuga de gas y provocó la mayor tragedia de este tipo en el país. Hasta el momento 15 personas han muerto, más 30 se encuentran internadas en hospitales de Lima con graves quemaduras y una veintena de familias de Villa El Salvador perdieron sus casas por el incendio provocado por la fuga. Según las primeras versiones, el encendido de un auto habría sido el punto de inicio del incendio.
Sin embargo, no era la primera vez que el GLP provocaba un incidente. El fatal antecedente más cercano ocurrió en octubre de 2019, cuando un bebe de 9 meses falleció y 19 personas resultaron heridas por una fuga de gas en un restaurante de La Victoria, donde los bomberos encontraron hasta seis balones de GLP.
Principales causas
El jefe territorial del Cuerpo General de los Bomberos Voluntarios para Lima y Callao, comandante Mario Casaretto, explica que la población aún no es consciente del peligro que significa una fuga de gas.
“Son bombas de tiempo. Lo que ocurrió en el restaurante de La Victoria fue porque en la cocina ya estaban acostumbrados a oler gas y no le hacían caso hasta que se acumuló tanto que ‘pescó’ el televisor prendido. Otro incendio grave por fuga de gas ocurrió en el 2013 en la variante de Uchumayo (Arequipa) y en ese caso el fuego empezó porque un camarógrafo prendió su cámara”, contó a El Comercio.
El GLP es un gas pesado que en caso de fugas cae hacia las partes bajas. En condiciones favorables, como pendientes o presencia de vientos, se expande con facilidad y se vuelve transparente poco después de salir de su contenedor. En ese punto, cualquier chispa puede provocar una catástrofe, advierte Casaretto.
En el caso de Villa El Salvador aún se investigan las causas exactas que provocaron la tragedia. Preliminarmente se conocer que el camión de la empresa Transgas LG E.I.R.L. había sido modificado y tenía antecedentes de fuga, además, la vía por la que pasó tenía una giba provocada por el mal estado del asfalto. También se sabe que desde que empezó a emanar el gas hasta que se inició el fuego pasaron al menos 10 minutos, pero no todas las personas evacuaron a tiempo.
Por esto, resulta indispensable la prevención. No obstante, de acuerdo con el brigadier del CBP Nino Asencios la mayoría de incidentes tiene que ver con balones domiciliarios, especialmente con el mal manejo de ellos.
“Un 80% de los casos son por actos inseguros como descuido, desconocimiento o exceso de confianza de las personas. El 20% se da por condiciones inseguras de los balones, como el mal estado de las válvulas. Las fugas en grifos no son frecuentes porque hay protocolos más rigurosos, pero sí existen, generalmente, también por mala manipulación de los trabajadores”, explicó a El Comercio.
Los balones de gas que se comercializan en el Perú tienen un peso de 10 kilogramos o 24 libras. Aunque tienen una capacidad mucho menor comparado con un camión cisterna que traslada 2.000 galones de GLP, también pueden causar una tragedia.
“Depende del volumen de la fuga. A mayor acumulación hay mayor daño, pero un balón de gas puede incendiar toda una casa y la de los vecinos. Basta una chispa o un arco eléctrico de un tomacorriente, del motor de la refrigeradora para que se accione el punto de ignición. Pasa lo mismo con una llamada del celular”, agregó.
Con amplia experiencia combatiendo incendios, ambos insisten en que la población tiene que extremar las medidas de precaución con sus balones de domiciliarios y conexiones internas, así como las empresas que comercializan GLP.
“Tenemos fugas de gas todo el año y lamentablemente, por más capacitaciones o simulacros, no cala en la gente la precaución. En caso de cualquier fuga de gas tienen que irse lo más lejos que puedan. No deben prender ni apagar la luz siquiera”, insiste Casaretto.
Recomendaciones
Según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) es importante que los usuarios de balón de gas GLP compren a proveedores autorizados para evitar accidentes. Además, deben rechazar los balones que presenten corrosión excesiva, abolladuras, cortes o grietas en la superficie, además de asas o base dobladas o dañadas. Es importante también utilizar el regulador de perilla y no el que tiene palanca roja, ya que brinda mayor seguridad para evitar fugas de gas. Asimismo, se debe emplear una manguera que tenga la inscripción “GLP” y la fecha de vencimiento.
¿Qué hacer en caso de fugas?
- Cierre las llaves de las hornillas.
- Solo si está capacitado cierre el paso de gas bajando la perilla del regulador, luego desconecte el regulador y llévale a un lugar abierto y ventilado. Si no está capacitado, abandone el lugar junto a su familia.
- Evite generar fuego alrededor y apague de inmediato si hay alguno cerca.
- Ventile el lugar abriendo puertas y ventanas.
- No encienda ni apague la luz y no conecte o desconecte algún artefacto, la chispa del encendido podría ocasionar un incendio o explosión.
- Desde un lugar seguro, solicite ayuda llamando a los bomberos (116), Policía Nacional (105) o al distribuidor de gas.