Borrón y cuenta nueva. Así se les podría calificar a los remates vehiculares del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que se realizan hasta tres veces al año.
Hoy el SAT subastará 170 vehículos que han estado internados en sus ocho depósitos, varios de los cuales tienen hasta 15 años de antigüedad y están destartalados. Muchos de ellos también registran miles de soles en deudas por papeletas, pero ahora saldrán sin multas.
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Es el caso de la combi de placa F1G-514 [foto superior], que tiene una deuda de S/350 mil por papeletas graves y muy graves, pero que hoy volverá a salir a las calles sin multas en su récord. Se subastará con un precio base de S/3.158, es decir, solo se recaudará la décima parte de la deuda que tenía.
“Tranquilamente el comprador podría ser el mismo chofer que perdió su vehículo o un familiar. ¿Por qué sucede esto? Porque aquí no hay un alineamiento entre el objetivo de la ciudad de limpiar el parque automotor y el propósito del SAT de recaudar dinero. Lo que hace el SAT es decir: tú me pagas la deuda que tienes, y si no me pagas, te lo remato. El problema es que el SAT presume que quien está comprando esa combi vieja no va a volver a utilizarla para hacer transporte público, pero eso no es siempre así”, dice Lino de La Barrera, experto en materia vial y exdirector de Transporte Terrestre del MTC.
Entre el 2015 y 2018, se han realizado siete remates del SAT. En cada uno se vendieron entre 400 y 600 vehículos que fueron incautados por deudas, y más del 80% de ellos sobrepasaban los 20 años de antigüedad.
En otras palabras, han vuelto a salir a las calles casi 3.000 vehículos antiguos, entre combis, coasters y sedán, en vez de haber sido convertidos en chatarra, como ocurre en otros países de América Latina que renuevan su parque automotor.
Estos vehículos se unieron a las más de 15.000 combis que aún circulan en la ciudad, 20% de las cuales supera los 15 años de antigüedad.
En comunicación con El Comercio, el SAT dijo que la renovación del parque automotor no corresponde a su institución. En tanto, la Municipalidad de Lima no contestó nuestras preguntas.
¿Por qué no se refuerza el programa de chatarreo? Según el especialista Lino de La Barrera, se debe a la falta de fondos municipales que permitirían convencer a los propietarios de vehículos antiguos a recibir un bono a cambio de estos.
La gestión municipal actual informó en agosto de este año que reforzará este plan de destrucción de vehículos antiguos con bonos de entre US$4.000 y US$10.000, y que más de 80 vehículos antiguos se habían demolido en el año.
Sin embargo, los vehículos antiguos que han regresado a las calles en los últimos cuatro años son muchos más.