Las plataformas de navegación de tránsito Waze y Google Maps registraron los dos últimos viernes cifras récord de tráfico lento ininterrumpido en varias avenidas de Lima, como Javier Prado, Abancay, Aviación y Grau. Dichas aplicaciones reportaban hasta cinco horas consecutivas de tráfico pesado.
Según un informe de El Comercio, con base en el sistema Big Data del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), los viernes son los días de mayor tráfico, atribuido principalmente a la realización de eventos y reuniones. Un equipo de este Diario recorrió las zonas más congestionadas y entrevistó a choferes en plena hora punta, mientras estos estaban detenidos completamente.
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Felicia del Pozo, una estudiante de Comunicación, comentó que antes de la pandemia demoraba una hora manejando para llegar a su universidad. Hoy asegura que se ha vuelto un calvario, pues pierde entre tres y cuatro horas al día en el embotellamiento que se forma por algunas zonas de Lima.
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Asimismo, Juan Ancos, quien trabaja como transportista y pasa siempre por la Av. Javier Prado, dice: “Por lo menos dos horas de tráfico entre la mañana y la tarde. Es un promedio de cuatro horas que perdemos con toda esta situación”.
De hecho, de acuerdo al último informe de TomTom, plataforma que analiza el índice de tráfico anual en 404 ciudades de 58 países, Lima fue catalogada durante el 2021 como la segunda ciudad con mayor tráfico de Sudamérica, ocupando así el puesto 19 en todo el mundo, superada tan solo por la capital de Colombia, Bogotá. A estos reclamos se suma Pierina Gómez, que afirma perder tres horas en el tráfico de Javier Prado, horas que podría invertir en hacer deporte, ir al gimnasio o pasar más tiempo con su familia.
Aumento de gasolina
Otra situación problemática, que afecta a los conductores, es el aumento del combustible, a comparación del año pasado. El pasado 3 de abril, el gobierno de Pedro Castillo emitió una norma que exonera de manera temporal el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a la gasolina de 84 y 90 octanos y al diésel, con el fin de disminuir el impacto del alza de los precios. No obstante, Juan Vilca, conductor, dice no ver reflejada aún la norma. “En peajes gasto 250 soles y en gasolina más de 600 soles; el año pasado gastaba la mitad de lo que gasto ahora”, asevera. Por su parte, Isabel asegura perder hasta seis horas al día en el tráfico limeño, tiempo en el que le gustaría estar descansando en casa. “Gasto 400 soles al mes a pesar de hacer rutas cortas, antes gastaba menos, entre 200 y 250 soles”.
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