“De voz a voz Perú” es un proyecto desarrollado entre el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y El Comercio, con el auspicio de Telefónica. Durante 21 semanas artistas de distintas generaciones, estilos y procedencias presentarán una obra de colección. En 2020, cuando las condiciones lo permitan, las obras serán expuestas en el MAC.
Sarhua pudo haber sido un pueblo olvidado más de la provincia de Víctor Fajardo, en Ayacucho, pero su nombre ha quedado fijado en la memoria nacional debido a una actividad que sus habitantes han cumplido con religiosa persistencia desde tiempos antiguos: sostener los techos de sus casas con tablones pintados en los que escenificaban el ciclo de la vida familiar y comunal. Esto salvó a los sarhuinos del olvido. Pero, también, los salvó la persistencia de Primitivo Evanán por mantener vivo este arte, por mostrarlo en Lima en 1973, por adaptarlo a los tiempos actuales y por establecer, desde la década del setenta, en Chorrillos, una casa-taller en la que dio acogida a los artistas de su pueblo.
Ahora, Primitivo Evanán tiene 75 años, no se encuentra bien de salud, pero se mantiene trabajando en sus creaciones artísticas, como la obra que presenta en coautoría con su hija Valeriana Evanán, Valicha en De Voz a Voz Perú. “En junio fue afectado por el coronavirus”, cuenta Valeriana, Valicha, quien trabaja junto a él. A mediados de marzo pasado, antes de que se desatara la pandemia, ambos habían terminado una serie de cinco obras que habían titulado La Maravilla del Mundo. Trabajos inspirados en la idea de convertir a Sarhua en un centro de turismo sostenible. En estos cuadros aparecían padre e hija en diversos escenarios: en Machu Picchu, en el puente inca que se encuentra cerca de la comunidad de Sarhua, en unos manantiales que son también atractivos de la comunidad ayacuchana y en Las Delicias, en Chorrillos, donde está el taller limeño, ahí junto a los Pantanos de Villa y el mar. Este lugar es Punto de Cultura y, además, sede de la Asociación de Artistas Populares de Sarhua (Adaps).
Nostalgia y reflexión
El proyecto de La Maravilla del Mundo quedó trunco por la pandemia. “Se terminó la colección, quedamos paralizados”, dice Valeriana. Entonces, su hermana Venuca Evanán se puso a pintar mascarillas con motivos de las vestimentas y los colores de Sarhua, proyecto al que se sumaron Valeriana y su padre.
Se puede decir que la obra que presentan en De Voz a Voz Perú es una muestra de la determinación con la que ellos están enfrentando la crisis. Es un trabajo en coautoría, realizado entre Primitivo y Valeriana, cuyo título es “Tayta warmichurinwan COVID-19 Tiempopi” (Padre e hija en tiempos de COVID-19).
“Es una nostalgia de este tiempo”, expresa Valeriana. En el cuadro se les ve de pie, como en una postal turística. Ambos llevan mascarillas y mientras Primitivo sostiene un tablón tradicional de Sarhua —pintado con tintes blancos y negros como se hacían antaño—, su hija porta en la mano izquierda una vara de mando y en la derecha un waqrapuku, un instrumento andino hecho con la unión de dos cachos de toro. Detrás hay un sol centelleante y en la atmósfera, a colores, aparecen los virus que enrarecen esta época.
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“En Sarhua, la vara y el waqrapuku solo lo portan los hombres —advierte Valeriana— porque todavía es una cultura machista”. Pero los tiempos cambian y ahora ella lleva estos objetos de poder masculino. Como cuenta su padre, “la corneta de toro se tocaba cuando se construían las casas, cuando había algún peligro, cuando llegaba alguien importante al pueblo o durante la herranza y las fiestas patronales”.
Ahora el waqrapuku anuncia este tiempo de transformación que ha significado la pandemia. Y si el turismo en Sarhua está detenido y la tienda en Miraflores (de la galería Indian Market) está cerrada, los Evanán han abierto nuevos canales virtuales para exponer y vender sus piezas de arte y los productos derivados de ellas. Uno es la página web de Ruraq Maki y otro es un proyecto personal en construcción.
“Nuestro objetivo —comenta Valeriana— es lograr que las tablas de Sarhua, con mucho esfuerzo y lucha de mi familia Evanán Vivanco, lleguen a ser algún día patrimonio cultural de la humanidad”. Por eso, ellos se esfuerzan por mantener las técnicas tradicionales en la elaboración de las mismas, más allá de los cambios registrados en sus motivos, o en los tamaños o en el uso de acrílicos y mates a partir de los pedidos de los compradores.
“En la resolución que declaró a las tablas como patrimonio cultural de la nación (2018) se señala que se debe mantener la técnica ancestral, el uso de los polvos de colores de tierra, los pinceles delgados, la punta de la pluma de ave —explica Valeriana— además del uso del quechua en los textos”.
Antes de terminar la conversación, el maestro Primitivo Evanán interviene para hacer una petición: “Por encontrarme delicado de salud, creo que me toca una pensión de gracia de parte del Estado”, dice. Ojalá las autoridades hagan justicia a su pedido.
Ficha técnica
“Tayta Warmichurinwan COVID-19 Tiempopi” (Padre con su hija en tiempos de COVID-19)
Primitivo Evanán Poma y Valeriana Evanán Vivanco, Valicha.
Técnica Ancestral de las tablas de Sarhua, hecha a mano y pintadas con colores mates con polvos de colores de tierra usando pinceles delgados y las puntas de ave para los delineados. Tablas de Sarhua es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación.
Año: marzo 2020
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