Hablar del patrimonio visual de Martín Chambi es hablar de un legado familiar. El fotógrafo y su amorosa esposa, Manuela López Visa, y seis hijos: Celia, la mayor; Víctor, quien también fue fotógrafo y tuvo dos hijos; Julia, igualmente cultora del oficio paterno, al frente del estudio durante mucho tiempo; Angélica, madre de cinco hijos, Manuel, dedicado al cine, quien tuvo seis hijos y finalmente Mery, quien se encuentra con perfecta salud, madre de una hija. A lo largo de casi un siglo, desde las enseñanzas de Martín a sus hijos, y éstos a los suyos, la transmisión de saberes y el celo para proteger en legado del abuelo, ha sido una de las tradiciones más fértiles del Cusco.
Hace poco más de dos años, Mery, la matriarca, los convocó a todos. El clan andaba algo disperso, cada uno concentrado en sus carreras, y el patrimonio del abuelo parecía encerrado en un paréntesis preocupante. Con la autoridad que la caracteriza, ella les recordó el valor del legado y les demandó la importancia de tomar la posta que ella dejaba.
Los nietos asumieron el reto: consultaron con abogados para ver elegir la mejor figura para manejar, de manera moderna y eficiente, la obra de Martín Chambi. Pensaron en una fundación o una empresa, finalmente se inclinaron por una asociación. Así el primer triunfo de esta flamante institución con personería jurídica que agrupa a todos los herederos del artista cusqueño, fue haber conseguido del Estado que el archivo del abuelo fuera declarado Patrimonio Cultural de la Nación. Roberto Chambi, su nieto y Presidente de la Asociación Martín Chambi, nos explica que el Proyecto de Salvaguarda de la Colección Fotográfica de Martín Chambi, era el segundo paso para cumplir la demanda de la tía Mery, y que ayer por la mañana fue anunciado como beneficiario de uno de los más importantes financiamientos internacionales de ayuda cultural.
No se trata solo de una buena noticia, sino de un hito extraordinario para la fotografía peruana: más de 40 mil negativos del maestro Martín Chambi, podrán ser conservados, digitalizados y catalogados, gracias al financiamiento aportado por la Embajada de Estados Unidos, que la mañana de ayer anunció las asignaciones anuales del Fondo del Embajador Para la Preservación del Patrimonio Cultural. El proyecto, impulsado por la Asociación Martín Chambi, tiene el objetivo de salvaguardar la colección del fotógrafo nacido en Coasa, Puno, en 1891. Serán US$475,299 dólares los fondos destinados a este monumental esfuerzo, la cantidad más alta recibida por algún proyecto nacional que haya postulado a estos fondos, tras los $800.000 dólares recibidos en 2009 para la conservación de la Ciudad Sagrada de Caral.
Un 85% por descubrir
Un proyecto previo al de preservar y catalogar los más de 40 mil negativos, en vidrio y celuloide, actualmente guardados en las mismas cajas usadas por don Martín desde los años 20 hasta inicios de la década del 60, fue el diagnóstico realizado por especialistas en conservación de placas fotográficas de la Biblioteca Nacional del Perú, liderados por Maribel Chamorro. Este trabajo hizo evidente el riesgo en que se encontraban muchos negativos, por la aparición de hongos o el mismo desgaste de la película de plata. Asimismo, la condición de almacenamiento era precaria, con placas de vidrio unas contra otras, sin mayor protección. “El archivo permanece intacto, pero en aquellas mismas cajas de la década del año 30, las cuales ya están degradándose. Y eso va contaminando el valioso material fotográfico”, alerta Óscar Chambi, hermano de Roberto.
Ahora, con el financiamiento de la embajada estadounidense, se espera que a fines de octubre se empiece el trabajo de preservación, digitalización y catalogación, lo que construirá una valiosa base de datos para la consulta tanto de investigadores como del público amante de la obra de Chambi, cuyo 85%, calcula Roberto Chambi, permanece sin verse. “Se conocen solo las fotografías emblemáticas, según el ojo de curadores que han llegado al archivo desde la década del 70, y que seleccionaron las fotos que han circulado en exposiciones en el Perú y el mundo. Pero cuando termine el proyecto, en a fines de 2013, podremos difundir ese 85% desconocido de su obra”, explica.
Como señala Óscar Chambi, en este nuevo patrimonio por explorar destacan los negativos de 10Cm. por 15 cm. realizados por su abuelo con una cámara diferente a la que tenía en su estudio, mucho más ligera que era capaz de llevar a pie, a caballo o mula. “Con esa cámara, más liviana y portátil, Martín pudo desplazarse alrededor de las comunidades del Cusco. La exposición que presentó el MALI en 2015 fue un gran aporte, fue la más grande que ha habido en nuestra historia. Y pensar que mostraba de 400 fotos. Ahora pensemos que hay más de 11 mil placas con este tipo de formato. Y de esta producción, fuera del estudio, se conoce muy poco”, señala.
“Hay muchísimo por ver, por estudiar, por comprender. Nos interesa mucho la perspectiva que Martín tenía al trabajar con las comunidades. Él era un indígena quechua hablante de Coasa (Puno). Tenía mucha facilidad para entablar diálogos con la gente. Supo moverse entre el mundo de la aristocracia cusqueña y el del campesinado indígena del sur andino. Con esa versatilidad, pudo trazar una horizontalidad en estos estratos sociales. Y lo interesante es que todo este trabajo en exteriores no era pagado. Él lo hacía de forma voluntaria, como un proyecto personal. Martín era jaranero, fiestero, muy alegre. Tenía sus compadres artistas, músicos, pintores, bailarines. Ese es el espíritu del abuelo que, de repente, no es muy conocido y que estamos seguros que ahora, va a revelarse”, añade Óscar Chambi.
Lo que supone el proyecto
Será un trabajo lento, riguroso, paciente, atento al detalle en uno de los patrimonios visuales más ricos en lo que significa su valor artístico, documental, histórico, antropológico y sociológico. Los US$ 475,299 dólares del Fondo del Embajador Para la Preservación del Patrimonio Cultural permitirá cubrir el 100% de los trabajos, que solo en inversión en equipos de última tecnología requerirán la mitad de los fondos. Es importante decir que la familia, dueña del patrimonio, no recibirá un dólar de estos fondos, pues todo está dedicado a un proyecto dedicado a la comunidad del Cusco.
Dirigido por la reconocida fotógrafa y curadora Mayu Mohanna, el proyecto convoca además a otros once especialistas, entre historiadores, expertos en archivo y fotógrafos. Lo que más que apasiona a la investigadora es la oportunidad de mirar aquellas 40 mil imágenes desconocidas, una por una. “Hasta ahora se ha difundido la obra de Chambi desde diferentes miradas, pero ninguna ha abarcado la totalidad del archivo”, afirma. “Lo que va a permitir esta conservación, digitalización, y catalogación será recuperar la memoria de estos 40 años de producción de Martín Chambi, de los años veinte hasta los años sesenta, a un nivel mucho más extenso y profundo”.
Como señala Mohanna, el proyecto supone, en primer lugar, estabilizar el archivo para salvaguardarlo para los próximos años. Será digitalizado con tecnología que permite contar con un archivo de la misma calidad que la placa original. Ello permitirá que las placas no vuelvan a ser manipuladas, y pasar a una bóveda que les asegure un hogar definitivo. En segundo lugar, se contará con historiadores para catalogar las imágenes, lo que permitirá que cada imagen cuente con su contexto.
El archivo actualmente se encuentra en un edificio fuera del casco histórico cusqueño, sobre el Jirón Lima, en el llamado barrio profesional. A los dos locales que pertenecen a la asociación el proyecto se les suma otros dos espacios aledaños alquilados con los fondos del proyecto. Las primeras semanas, antes del trabajo propiamente dicho, se deberá importar los equipos y la infraestructura, además de adecuar e implementar los espacios, separando las áreas de conservación, digitalización y catalogación.
Como señala Mohanna, a todos los retos propios de un proyecto que quedará como un modelo de salvaguarda de archivos fotográficos para la región, se suma el de la implementación de un área educativa, que permitirá que Cusco, importante centro de investigación en conservación de patrimonio arquitectónico y pictórico, cuente también con expertos en conservación de fotografía. “Una vez que el proyecto ya esté encaminado, podremos abrir un área de prácticas profesionales que forme a los futuros conservadores en fotografía. Al término del proyecto, una vez que este generosísimo auspicio termine, Cusco podrá contar con profesionales en esta área, tan necesaria para la región”, afirma.
Un proyecto final: el Museo Martín Chambi.
Para la Asociación Martín Chambi, gran proyecto a futuro, ya puesto en valor y catalogado el archivo Martín Chambi será un Museo que sirva como dinámico Centro Cultural para el Centro histórico del Cusco. La institución no solo conservará en una bóveda climatizada las placas ya conservadas y digitalizadas, sino que divulgaría la obra de Chambi y la de artistas visuales del país y el extranjero. Óscar Chambi lo explica: “El principal sueño que tenemos es que el público pueda venir al Cusco a ver la obra de Martin Chambi en el espacio que merece, así como los objetos que él tenía: sus cámaras, su estudio, sus objetos personales. Para esto es muy importante pensar en un museo moderno, con acceso a la comunidad”, añade.
Sepa más
El Fondo del Embajador es un programa emblemático de la Embajada de los Estados Unidos que permite mostrar el respeto, admiración e interés de los Estados Unidos por la preservación del milenario patrimonio cultural del Perú. Desde 2001, este fondo ha apoyado 31 proyectos de conservación y restauración de bienes patrimoniales muebles e inmuebles en 14 regiones del Perú.
El proyecto de preservación y catalogación digital de la obra de más de 40 000 negativos fue impulsado por la Asociación Martín Chambi, entidad sin fines de lucro constituida el 23 de mayo de 2019 que se encuentra integrada por los herederos del artista.
Ayer por la mañana, la Embajadora de los Estados Unidos, Lisa Kenna, y el Ministro de Cultura de Perú, Ciro Gálvez, anunciaron un aporte de casi un millón de dólares para financiar cuatro proyectos ganadores del Fondo del Embajador en el marco del Bicentenario del Perú. Además de la salvaguardia de la Colección Chambi se incluye la Conservación de las Lito Esculturas en Cerro Sechín, Ancash (con US$ 414,637) la Conservación de Objetos Etnográficos Asociados a una Cazadora Prehistórica en Puno, (US$ 52,000), y un Proyecto Especial con Ecuador para la capacitación en digitalización 3D para crear un recorrido virtual de tres sitios en la Ruta del Qhapac Ñan por $105,000, que incluye el complejo arqueológico de Aypate en Piura, ($35,000 para el Perú.)
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