Un chiste se hizo viral en las redes en las vísperas del año nuevo. Un atribulado 2021 confesaba en el consultorio del psicoanalista el motivo de su inseguridad: “Creo que la gente espera demasiado de mí”, afirma. En efecto, con un Coronavirus que no sabe de calendarios, hasta que las vacunas no lleguen y la enfermedad no remita, los productores culturales saben que no pueden esperar demasiado, y que cualquier plan debe pensarse con cautela, paciencia y expectativas a tono con una nueva realidad de aforos reducidos.
A ello se suma una tendencia que nos acompañará en todo el año del Bicentenario: la realización de actividades híbridas, donde deberán coexistir lo virtual y lo presencial. Un ejemplo de esa convivencia la ofrece el Museo de Arte de Lima, que en este mes lanzará la primera parte de un inédito proyecto de la artista visual Luz María Bedoya, “Todos los faros de la costa peruana”, realizado con Irradia tecnología, programa iniciado hace dos años con Fundación Telefónica. Se trata de una muestra fotográfica con un fuerte componente web, que inicia sus actividades virtuales tres meses antes de su inauguración física. Asimismo, en abril el MALI reabre su segundo piso, reactualizando el guion curatorial de su colección permanente tras cinco años de inaugurada.
Ya desde inicios de la pandemia, el Centro Cultural de España supo adaptar sus contenidos a la virtualidad, presentando exposiciones diseñadas con este nuevo lenguaje. En el año en que la institución cumple sus bodas de plata, organiza en enero una serie de conversatorios virtuales que prepararán el terreno para la muestra presencial “El fuego drag de Yma”, colectiva que se inaugura el 15 de abril con Diana Collazos y Jorge Valverde como curadores. Apropiándose de la figura de la desaparecida Yma Súmac, la exposición reflexiona sobre aquel proyecto de identidad de la diva que, a inicios de la década del 30, incorporó lo andino, lo drag y el travestismo.
Este año, el Icpna mantiene su proyectos que buscan impulsar, dar a conocer, promover y financiar proyectos de arte para hacer ser visibles a los artistas locales. Entre las novedades confirmadas, se anuncia la exposición histórica que había quedado pendiente en el 2020, la del centenario del pintor puneño Victor humareda, con curaduría de Victor Mejía y Alfredo alcalde. Igualmente notoria será el montaje de “Indios antropófagos”, exposición que presentó Christian Bendayán en el pabellón peruano en Venecia, con curaduría de Gustavo Buntinx.
En la Galería John Harriman del Centro Cultural Británico se presentarán la edición 30 de su imprescindible concurso de acuarela, el premio John Constable, además de la muestra de su tercer concurso de dibujo. Más allá de premios, se espera con atención la individual del pintor huitoto Rember Yahuarcani, curada por Christian Bendayán.
La dirección del Centro Cultural PUCP también proyecta un 2021 de actividades mixtas: los primeros meses del año se mantendrán las actividades virtuales en teatro, cine, galería y cursos. Se destaca aquí la programación de Cine peruano en el verano y la muestra “Taivaanranta” del fotógrafo finlandés Arno Minkkinen. Este año, a tono con el Bicentenario, se prevé una programación que busca reflexionar, desde distintas perspectivas, sobre nuestra historia como República. Y ello se apreciará con exposiciones mixtas y la obra de teatro “Esperanza” escrita por Marisol Palacios y Aldo Miyashiro, bajo la dirección de Palacios. En agosto, el Festival de Cine de Lima PUCP cumple 25 años, y se espera una celebración adecuada para la nueva normalidad.
En Centro Cultural Inca Garcilaso también ha estructurado su programación alrededor de la celebración por el Bicentenario de nuestra Independencia. Del 17 de marzo al 15 de agosto, presentará “La máscara danzante”, una selección de 150 máscaras, entre antiguas y contemporáneas, de diversas fiestas y regiones del país, pertenecientes a la colección de Miguel Rubio, director del Grupo cultural Yuyachkani y curador de la muestra. En días similares, Pilar Pedraza presenta una muestra de fotografías muy acorde: “Enmascarados”, en las que se enfoca en estas piezas con una técnica de impresión artesanal denominada calotipo.
Del 22 de julio al 3 de octubre, se espera la actividad más potente del año, su celebración por los 200 años de la Cancillería, con documentos, fotografías, mapas, pinturas y piezas vinculados a su historia, con una curaduría a cargo de los rigurosos Luis Eduardo Wuffarden y Ricardo Kusunoki. Otras muestras a destacar en el Centro Cultural son “Casa Frágil” (20 de mayo), de la artista peruana radicada en Florencia Lucy Jochamowitz, quien expone dibujos, esculturas en cerámica e instalaciones para abordar la migración y lo que consideramos nuestro lugar afectivo; “Kené-Ikaro. Arte sanador del pueblo shipibo (26 de agosto), con la curaduría de Matteo Norzi y Abou Farman, que presenta piezas en gran formato de la ceramista shipiba Inka Mea, los diseños kené de Olinda Silvano y telas pintadas de Olga Flores y “Baldomero Pestana, el ojo certero” (12 de octubre), una selección de 40 retratos fotográficos de destacados autores de la generación del 50 realizados por el fotógrafo español durante su residencia en Lima entre los años 1957 y 1967, parte de la colección donada a la institución por sus herederos.
El Centro de la Imagen, convertida ahora en Escuela de Educación Superior, retomará varias de sus actividades postergadas: la feria Lima Photo será repotenciada el próximo setiembre, y se anuncian las exposiciones “Caminantes” de la fotógrafa María Cecilia Piazza (febrero), curada por Ana Maria Mc Carthy y Roberto Huarcaya y la primera antológica en Latinoamérica de Elina Brotherus, una de las artistas finlandesas más importantes de Europa, proyectada para el segundo semestre, en colaboración con la Embajada de Finlandia, la Galería Cámara Oscura en España y el Instituto Iberoamericano de Finlandia en Madrid.
La galería Vigil Gonzales, uno de los espacios galerísticos más audaces abiertos en Barranco, se muda al Valle Sagrado del Cusco (Jr Grau 654, Urubamba). En marzo, presentará la individual del fotógrafo cochabambino River Claure, joven artista seleccionado para la revisión de portafolios del New York Times en el 2020 y elegido como uno de los fotógrafos “Ones to Watch” del British Journal Photography. Otras exposiciones anunciadas son las de brasileño Nino Casi en junio (en colaboración con la galería Casa Triangulo de Sao Paulo la colectiva curada por Valentina Gutiérrez Turbay en agosto (en colaboración con Espacio El Dorado, Bogotá) y la individual de la artista visual peruana Cecilia Jurado Chueca programada para octubre.
Llegó el Bicentenario
En Julio empezarán los proyectos expositivos vinculados a las reflexiones sobre el Bicentenario. La exposición nacional Perú Bicentenario es un programa realizado por el Proyecto Especial Bicentenario y se desplegará en las salas del MALI y del Museo Metropolitano, ambos en el Parque de la Exposición, siendo la primera oportunidad en que ambas instituciones vecinas colaboran en una muestra común.
Después de presentar en febrero la postergada muestra dedicada a los poetas Emilio Adolfo Westphalen y César Moro, en el mes patrio la Casa de la Literatura se suma a las exposiciones del bicentenario con una ambiciosa mirada al fundamental César Vallejo. Una muestra documental en la que, además de la obra y figura del escritor liberteño, se profundizará en aspectos capitales de su obra, como el dolor, el cuerpo, la solidaridad humana, la esperanza y la proyección a futuro. También ligada al Bicentenario es el proyecto curatorial que destaca la participación de mujeres artistas en la construcción de una visualidad local a 200 años de la Independencia, a realizarse en las salas del Centro Cultural de la Municipalidad de Miraflores y en el Espacio Socorro Polivalente. Ambos proyectos son impulsados desde MAVA, Mujeres Artistas Visuales Asociadas del Perú.
El telón digital
Que ya el gobierno haya permitido los espectáculos teatrales con aforo reducido al 40% no significa que los aplausos se escuchen a principios de año. Más bien, las obras grabadas o en estreaming continuarán en alza. Por ejemplo, el Festival de Artes Escénicas, proyectado en marzo, será totalmente virtual, sumando la participación de todas las instituciones culturales locales. El Centro Cultural de España prepara para esta temporada anual una serie de proyectos Escénicos específicamente creados para el formato virtual, tanto para el público adulto como el familiar.
Asimismo, el festival Sótano 2 organizado por el Centro Cultural de la Universidad del pacífico se replantea de manera virtual, presentando en enero y febrero las obras que quedaron pendientes en tras su cancelación el año pasado a causa de la pandemia. “El apellido comienza conmigo, variación 3” de Chaska Mori, “Majareta en desconcierto”, de Mario Ballón, “Pata de León”, proyecto de Lucero Medina Hu y su grupo La terminal y “Fin”, de Alonso Nuñez.
Por su parte, la programación teatral del Británico se presenta de manera mixta, con obras que podrán verse tanto de manera presencial como vía streaming. Para ello, el equipo de producción teatral ha debido trabajar al lado de otro dedicado al audiovisual. La institución sabe que la afluencia del público dependerá del comportamiento de la pandemia, por lo que las otras propuestas no superan los cuatro actores ni los 75 minutos de duración: La temporada anual empezará en marzo con el retorno al teatro del actor y ex primer ministro Salvador del Solar en “Yo, Cinna (el poeta)”, obra del dramaturgo británico Tim Crouch. Basada en una figura menor de la obra “Julio César” de Shakespeare, el texto profundiza en los conceptos de ciudadanía, poder, populismo y el valor de la palabra.
Las siguientes obras producidas por el Británico en Junio y julio son novedades nacidas de la convocatoria “De la hoja al Zoom”, que buscó textos nuevos basados/adaptados de clásicos ingleses, tanto dramaturgia como novelas. Los textos base son “Emma”, de Jane Austen, “La guerra de los mundos” de H.G. Wells, “1984” de George Orwell, y “La importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde. En su mayoría serán obras de dramaturgos jóvenes, algunas fieles a los originales y otras abordándolas como punto de partida. El año teatral del Británico terminará con una versión libre de “La fierecilla domada” de Shakespeare, escrita por Mateo Chiarella y dirigida por Norma Martínez, con un elenco totalmente femenino. Va de setiembre a diciembre.
La Alianza Francesa también apuesta por una programación cultural intensa pero flexible, planificando espectáculos en streaming o con público reducido. Su acción primera será el festival Temporada Alta, previsto del 10 al 27 de febrero, que ofrecerá experiencias escénicas no convencionales convocando a reconocidas compañías internacionales como Studio Fictif (Francia), Rimini Protokoll (Alemania), Chiara Bersani (Italia), Julie Nioche (Francia), Ioannis Mandafounis (Grecia/ Suiza), Malu Gil (Perú), Cabosanroque (España), El Conde de Torrefiel (España), Claudia Sánchez (Uruguay), LOT (Perú) y los españoles Ana Alarcón e Iván Benet.
Sabiendo que todo plan estará sujeto a cambio, y la necesidad de imaginar planes alternativos según evolucione la emergencia sanitaria, la productora Escena Contemporánea apuesta por el montaje “Tristezas y alegrías en la vida de las Jirafas”, fábula portuguesa para adultos del dramaturgo portugués Tiago Rodrigues, coproducida con el Teatro de la Universidad del Pacífico con el apoyo de la Embajada de Portugal. Bajo la dirección de Alberto Isola, se espera su estreno presencial, virtual o mixto, según se dé el caso, en el segundo semestre del año. En todo caso, la puesta en escena está concebida para esa posibilidad híbrida. “Se siente muy extraño porque por primera vez en mi vida no tengo nada seguro”, confiesa Ísola. “Cualquier anuncio me parece arriesgado, pero puedo decir que sé que voy a hacer teatro tanto virtual como presencial, pero todavía todo es un gran signo de interrogación, el deseo está, las posibilidades están, los proyectos existen pero todavía todo parece estar suspendido en el aire”, añade. Asimismo, se anuncia “Agreste”, unipersonal del brasileño Newton Moreno, interpretado por Magali Bolívar bajo la dirección de Vanessa Vizcarra. Un texto potente y actual que, gracias a su formato, permite transitar por escenarios tanto presenciales como virtuales.
También en la Universidad del Pacífico se espera el proyecto escrito por Malcom Malca, y Sebastián Eddowes que aborda el caso del llamado “monstruo” de Armendáriz, una obra que investiga en los prejuicios raciales en nuestro país a partir de este hecho histórico.
Con un aforo reducido al 40% el militante Teatro Racional reabrirá las puertas de su sala Barranquina a fines de marzo. Como nos explica el dramaturgo Eduardo Adrianzén, el plan es estrenar dos montajes hasta julio. “En el plan esperanzador, espero tener 20 espectadores jóvenes y valientes en cada función. Veremos”, señala.
Una visión realista
Así, el 2021 viene pisando con cuidado, suponiendo enormes esfuerzos para una recuperación lenta, necesitada de terapia para rehabilitar su musculatura. Es el caso de la Feria Internacional del Libro de Lima, de la que fuentes cercanas señalan su postergación este año para el mes de setiembre u octubre, cuando se espera que la pandemia se vea considerablemente atenuada. La cámara Peruana del Libro espera monitorear la emergencia sanitaria y organizar un calendario de ferias presenciales, semipresenciales y digitales de manera flexible para adaptarse a la realidad.
Para muchos, empero, este año supone nuevas postergaciones. El actor y director Alfonso Santisteban nos cuenta que deberá aplazar nuevamente su montaje de “La ternura”, del dramaturgo español Alfredo Sanzol, que espera por la sala del Centro Cultural de la Universidad del Pacífico, así como su actuación en “El jardín de los cerezos de Chejov” que Jorge Guerra espera dirigir en el Centro Cultural PUCP. “Todo lo demás que venga para el 2021 es incierto como lo es nuestra política, nuestros sistemas de salud y de educación, en suma, nuestro país. Esto no es una visión pesimista sino realista”, explica. Sin embargo, el actor ha aprendido a vivir estos tiempos con paciencia zen. “Todo lo demás: enseñar, escribir, charlar, recordar, vivir la cotidianidad, lo puedo hacer confinado, así que no me quejo”, confiesa.
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Ministerio de Cultura aprobó los protocolos para el reinicio de actividades de artes escénicas
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