El filme “Chronic” del mexicano Michel Franco, único de América Latina en competencia por la Palma de Oro, impactó al Festival de Cannes con una descripción sobria, realista y devastadora del tránsito a la muerte.
Sensiblemente interpretado por el actor británico Tim Roth, el primer filme rodado directamente en inglés por el realizador mexicano de 36 años cosechó aplausos en el pase a la prensa en el Gran Teatro Lumière.
Forma parte de los 19 aspirantes a la Palma de Oro y la reacción positiva en Cannes podría augurar algún lugar en el palmarés el próximo domingo a esta cinta sencilla pero muy bien actuada, dirigida por este realizador que ya ganó en 2012 el premio de la sección Una Cierta Mirada con “Después de Lucía”.
La impactante película cuenta la historia de David, un enfermero que cuida a pacientes en fase terminal.
Sencilla y eficaz, abarca el tema inevitablemente universal de la vejez, la enfermedad y la muerte, tabú para una sociedad occidental que a menudo deja a sus enfermos en manos de trabajadores anónimos.
“Trato de no pensar demasiado en la muerte pero todos sabemos que esta allí y que la vamos a tener que enfrentar, tarde o temprano”, dijo Franco a la prensa en Cannes.
“Para mí, quien lleva la película es el personaje de Tim y la entrega que tiene con sus pacientes”, agregó.
El meticuloso filme logra un tono de veracidad psicológica que reconocerá cualquier espectador que haya estado confrontado a ese tipo de situación. Muestra la proximidad de las relaciones con el paciente, que van mucho más allá del estricto marco de la atención paramédica.
“Quería hacer un retrato objetivo de lo complicado que son esos momentos de la vida, cómo un extranjero se introduce y ayuda, no solo cumpliendo con sus deberes médicos, sino involucrándose en temas personales”.
UNA EXPERIENCIA FAMILIAR
Esa cercanía genera a menudo roces con los familiares que no pueden ocuparse de la persona y sienten culpa por ello.
La distorsión en las relaciones humanas abarca los celos, la desconfianza y hasta la paranoia, al punto que David debe afrontar la acusación descabellada por los familiares de acoso sexual contra su anciano paciente.
“Los cuidadores tienen relaciones con los pacientes que los familiares nunca tendrán”, comentó Michel Franco.
Reveló que la idea de hacer la película le vino por una situación personal. “Mi abuela se enfermó y estuvo postrada en una cama durante varios meses antes de morir”.
“Eso me condujo a preguntarme cómo es la vida de una persona que trabajaba en eso. Resulta de los sentimiento que tuve por una enfermera, Beatriz, que se ocupó de mi abuela y apareció en el entierro para ver a los familiares. Le pregunté desde hacía cuánto hacía ese trabajo y me contestó 20 años. Decidí hacer una película sobre eso”.
El filme evita varios escollos, en particular el exceso de dramatismo, emociones o sentimientos. Expresa en cambio con sutileza, por ejemplo, la forma particular en que pasa el tiempo de estos seres que ya nada esperan, en un clima de tedio infinito.
“Son momentos dramáticos de la vida --comentó el realizador-- pero quise mostrarlos en una forma no dramatizada”.
SOBREVIVIENDO EL LÍMITE
La precisión psicológica alcanza su nivel máximo a la hora de analizar el espinoso tema de la eutanasia --Franco y Roth se declararon a favor de legalizarla-- pero sobre todo las motivaciones del enfermero.
David retoma un paciente nuevo no bien muere el anterior --y cada cual es un mundo diferente--, en una relación de dependencia más allá de la necesidad económica de ganarse la vida. Es alguien que solo tolera la vida confrontado a esa situación límite.
El protagonista tiene un motivo personal para sobrevivir de esa forma, que se revela al espectador a medida que avanza la trama. “El argumento es pequeño, el filme es sobre todo la historia de un personaje”, dijo Franco.
El título “Chronic” hace precisamente referencia al estado de depresión permanente en que vive este enfermero. La forma inesperada en que se resuelve la película es, según Franco, “el resultado de todo el filme, no podía terminar de otra manera”.
En su tratamiento de un tema tan universal, y a pesar de que la película fue rodada y financiada en México, Franco optó por hacerlo en inglés, recurrir a un protagonista británico y situar la acción en California.
Según la actriz norteamericana de 64 años Robin Bartlett, que encarna a una de las pacientes, Martha, con cáncer terminal, rodar con el cineasta mexicano fue una tarea fácil porque consistió en “vivir frente a la cámara, no había razón de actuar”.
Fuente: AFP