La actriz Brianna Hildrebrand, conocida por interpretar a Negasonic Teenage Warhead en “Deadpool”, estuvo en nuestro país como una de las estrellas internacionales invitadas al Comic Con Lima. La estadounidense de 21 años conversó con El Comercio sobre su creciente carrera en Hollywood y cómo ha aprendido a lidiar con los 'haters' en internet.
¿Eres seguidora de los cómics? ¿Alguna vez se te cruzó por la mente que interpretarías a una heroína?Nunca me imaginé ser parte de la industria de los cómics. No fui muy fan de estos hasta que entré a “Deadpool”. Ha sido increíble.
¿Se te hizo sencillo construir tu personaje en “Deadpool”? ¿En quién te inspiraste?Me inspiré en mi versión adolescente. Era realmente terrible y yo pensaba que eso era bueno. Además, me divertí un montón haciendo el personaje. Sobre todo, porque mi personaje está solo en dos cómics, así que no tenía muchas restricciones. No tenía que preocuparme por fans molestos por mi interpretación.
Eres la primera heroína que se muestra abiertamente homosexual en la pantalla grande, ¿crees qué tienes una responsabilidad mayor porque tu personaje es inclusivo?Sí, algo así. A veces es aterrador porque creo que la gente se olvida que los actores solo son actores y no tienen que ser el ejemplo a seguir de nadie, pero yo, personalmente, formo parte de la comunidad LGBTQ, así que estuve entusiasmada de representar a un personaje así. Lo tomé como una responsabilidad.
¿Te sentiste cómoda con ello?Sí, el personaje es muy divertido. Me divertí mucho.
¿Te sentiste más presionada en la secuela de Deadpool porque la primera tuvo mucho éxito?Sí, creo que todos lo sentimos. Pero a la vez fue raro porque nos sentimos más presionados y menos presionados, porque teníamos más dinero del estudio para apoyar lo que estábamos haciendo.
¿Qué tan genial es “tener” poderes? ¿Cuál elegirías si pudieras?Es realmente genial. Si tuviera que elegir un poder sería ser invisible porque podría colarme en las filas (risas), también me gustaría poder volar.
¿Algo que puedas mencionar sobre “Deadpool 3”?No, realmente. No sé nada de la película. Pero espero que pase y que pueda participar.
¿En qué proyectos te encuentras trabajando?Acabo de terminar de grabar un corto para YouTube en la que se verán historias de amor inesperadas. Tengo, además, dos películas independientes de próximo estreno.
¿Con qué personaje de todas las películas y series en las que has trabajado ha sido con el que más te has divertido?Es difícil. Pero... Sadie de “Tragedy Girls”, es una película de terror y hacer el personaje fue muy divertido.
En Hollywood se han destapado denuncias por acoso y se han creado diversos movimientos, ¿crees que estos realmente logren un cambio para evitar futuros abusos?Sí, creo que colectivos como “Me too” generan que más mujeres sepan que tienen voz y que deben usarla. Creo que eso es importante.
¿Te consideras feminista?Sí, me considero feminista.
Eres la imagen para muchos adolescentes y en “Deadpool” interpretas a una, ¿hay algo que te gustaría decirle a tu “yo adolescente”?Probablemente, le diría a mi “yo adolescente” que se relaje. Cuando era joven estaba muy preocupada por mi imagen, por a quien le gustaba y qué pensaban de mí. Mientras voy creciendo, me he ido dando cuenta que eso no importa. Solo ser yo misma y nada más.
¿Alguna vez sentiste presión por tu físico?Sí. Es más, hace unos días tuiteé sobre cómo los extraños hacen horribles comentarios sobre tu físico. Y es díficil no sentirse presionada por eso. Cuando los lees uno suele pensar quizás es porque peso de más, seguro es porque llevo el cabello de una manera distinta a la convencional.
¿Cómo lo combates?Bueno, como se da en las redes sociales, simplemente me desconecto. He aprendido a separar las redes sociales de lo real. Eso va más allá de Hollywood, es algo que una mujer lidia todos los días. Es la presión de la sociedad.
Llevas el cabello corto desde tu papel de Deadpool, ¿por algo en particular?En realidad, audicioné con la cabeza rapada. Lo hice hace un año y medio. Recuerdo que llamé a mi manager y le dije: “Me voy a rapar la cabeza”. Y, él dijo: “no, no lo harás”. Pero lo hice de todos modos. Me di cuenta que estaba usando mi cabello para cubrir mis inseguridades. Así que pensé creo si me rapo la cabeza, aprenderé a confiar en mí misma. Y funcionó conmigo.