Dos personajes están sentados frente a frente, pero separados y empequeñecidos por un inmenso abismo. Al centro, aparece un bote varado, entre montes y árboles, como un salvavidas imposible entre un paisaje que se va volviendo cada vez más oscuro e inquietante. Es como la calma que anticipa la tormenta. Esta es la pintura que el artista Eduardo Tokeshi (Lima, 1960) presenta al proyecto De Voz a Voz Perú, y que, como él mismo menciona, es una especie de “poética de la lejanía”. De esa distancia desconocida que la pandemia ha normalizado y ha vuelto cotidiana entre nosotros.
“Nunca como en esta época —dice el artista— ha habido tantos medios de comunicación y nos hemos sentido tan alejados”. Luego, afirma: “esta pandemia parece el título de una película, estamos tan cerca y tan lejos a la vez, y hay dos palabras que todos han dicho en algún momento, ‘volver a la normalidad’ y ‘reinventarse’”.
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Esa perplejidad y contradicción Eduardo Tokeshi ha querido poner de manifiesto en esta obra que, además, le ha permitido reencontrarse con la pintura, en un tiempo en que estuvo inmerso en otras rutinas, refugiado en el dibujo y la escritura a través de Instagram. En esta red social, el artista ha venido registrando una serie de poemas y reflexiones acerca de lo sucedido en estos meses: “Un día / luego de todo esto, / descubrirás en un cajón del / armario, / la camiseta / que no te quitaste durante cuatro / días / y / recordando // te echarás a llorar”, escribe en uno de estos textos. En otro apunta: “Los días / estos / días / han perdido / sus nombres”.
La escritura como posibilidad
“Ha sido un momento tan pero tan histórico que ni siquiera hemos tenido tiempo de entender lo que estaba pasando”, comenta Eduardo Tokeshi sobre lo vivido durante los primeros días de la pandemia. Cuenta que entonces tuvo que mudar apresuradamente su taller, sacar las cosas que podía —”como si las estuviera salvando de un incendio”— e instalarse en casa. Eso le produjo cierta parálisis, aunque se avocó mucho más a la escritura, actividad que ya venía desarrollando desde hace buen tiempo.tena como algo insoportable. Vivíamos como en una celda, alrededor de una cama. Otra de las palabras que se ha escuchado mucho es ‘privilegios’, y sí se convirtió en un privilegio poder trabajar en algo que te gusta y hacer cosas… evitar romantizar la soledad también era una de las grandes angustias”.
Un pintor que escribe
Desde algunos años atrás, Tokeshi había tenido la iniciativa de divulgar parte de su trabajo creativo a través de redes sociales como Facebook. Luego se mudó a Instagram y esta plataforma se ha convertido en su bitácora personal, en la que combina dibujos y escritura: “Instagram me ayudo a escribir mucho —dice—, escribía todos los días y a toda hora; me reinventé a tal punto que ahora mucha gente que recién me comienza a seguir cree que soy escritor, cuando en realidad podría decir que soy un pintor que escribe”.
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Con varios planes por delante, como continuar una serie de paisajes, desarrollar su tesis, seguir escribiendo, hacer una novela gráfica y enseñando en la universidad, Tokeshi dice que la pandemia lo ha obligado a pensar y hacer muchas cosas. “Ahora estoy metido en saber si alguien va a publicar lo que estoy haciendo”, cuenta. Pero, después, añade con una sonrisa: “Tendría que tener varias vidas para desarrollar todo lo que estoy pensando”.
De colección
De Voz a Voz Perú es un proyecto desarrollado por el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y El Comercio, con el auspicio de Telefónica. Durante 21 semanas diversos artistas presentarán una obra de colección.
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