FRANCISCO MELGAR WONG
Este sábado Justin Bieber cumple 20 años, pero la celebración llega justo cuando la estrella canadiense de música pop pasa por uno de los momentos más difíciles de su carrera.Descubierto cuando tenía solo 13 años gracias a un video en YouTube, la carrera de este joven hijo de padres divorciados se convirtió en una de las más exitosas de nuestro tiempo. Desde que empezó a grabar, sus canciones se convirtieron en éxitos en los cinco continentes y sus conciertos se llenaban allí donde se realizaran.En el 2012, su madre, Pattie Malette, publicó una autobiografía, cuyo título (“Hacia arriba”) era un guiño a los buenos tiempos que se vivían en la familia en esa época. Pero fue justamente en esos días que las cosas empezaron a tornarse extrañas para Justin. En setiembre de ese mismo año, la joven estrella vomitó en el escenario durante un concierto en Arizona. Y desde entonces su carrera empezó a perder el rumbo, llegando a su punto más bajo justo ahora.PUNTO DE QUIEBREEl 2014 marcó un antes y un después en la carrera de Justin. El 14 de enero, la policía entró en su mansión californiana por una denuncia de vandalismo y encontró cocaína y Xanax. El 23 de enero el cantante fue arrestado bajo la sospecha de manejar con influencia del alcohol. El examen toxicológico probó que Justin había conducido bajo los efectos de marihuana y Xanax.El 29 de ese mismo mes, Justin se entregó a la policía canadiense en la ciudad de Toronto tras haber sido acusado de agredir al chofer de una limusina.Las últimas noticias no son alentadoras. Según sus amigos más cercanos, desde que Justin fijara su residencia en la ciudad de Atlanta, su consumo de marihuana y alcohol se había intensificado. “Justin está todo el día ‘colocado’. Bebe y fuma más que nunca, creo que la situación se le está yendo de las manos y que sus seres queridos deberían empezar a tomar cartas en el asunto”, aseguró un confidente al portal de noticias TMZ. ¿Será muy tarde para cambiar de rumbo? Esperemos que no.