RAFAEL VALDIZÁN (@rvalmat)
Decir que Miguel Bosé ha alcanzado la madurez sería extemporáneo. El español la ha alcanzado hace ya buen tiempo. Pero en “Amo”, su nuevo disco, se siente que el cantante ha sellado definitivamente algo, no sabemos si una etapa o una carrera completa. Pero algo, sí, en tanto que suena a una suerte de compendio o antología. Un abanico de sonidos y formas que resume una trayectoria, desde sus tiempos iniciáticos y ciertamente naif hasta su crecimiento en todo aspecto (Bosé es ya un viejo zorro que frisa los 60 años).
“Amo” está principalmente revestido de sonidos electrónicos. Pero, más allá de eso, lo que lo distingue es ese juego en el que Bosé nos involucra: nos pasea por ambientes y situaciones que le hemos conocido a lo largo de sus más de 30 años de carrera. Es como un carrousel. Porque en una canción como “Sí se puede” podemos desenterrar al Bosé imberbe de inicios de los 80. Pero nos devuelve al presente en temas como “Encanto” (el primer sencillo del álbum) y “Tú mi salvación”.
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“Amo” también alienta otros perfiles de Bosé: está el romántico que arrancó suspiros entre féminas como cuando años ha lo hizo con “Te amaré”; en esa misma vereda flota un par de hermosas canciones: “Amo”, la que da nombre al disco, y “Solo si”. Y también surge el Bosé kitsch, como en “I Miss Your Face”, donde lo encontramos en su faceta más glamorosa y excesiva, que también ha formado y forma parte de su universo personal.
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El asunto central, en torno a “Amo”, es que estamos ante una muy sólida colección de canciones, que Bosé entrega con elegancia, sutileza, desenfado, prestancia y con los pies bien puestos sobre la tierra. Las 11 pistas que contiene este nuevo trabajo tienen personalidad y corresponden a distintas situaciones y a diversos momentos creativos. Temas como “Respirar”, “Domingo” y, sobre todo, “Los amores divididos” son capaces de convencer al más duro crítico del cantante ibérico.
El propio Bosé expresa, en el booklet del disco, una líneas con las cuales estamos de acuerdo: “Al parecer esto es lo más Bosé que he hecho desde hace años, eso dicen. Y como no sé bien lo que eso quiere decir, pues vale, tendré que fiarme...”.
Sí, es lo más Bosé en años; con todos sus sonidos, colores y extremos.
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