Alicia pinta. Tiene un lienzo, brochas. No usa una silla, lo hace todo en el suelo, sin zapatos, pero sí con unos audífonos que la aíslan del mundo. Ella, una adolescente que no terminó el colegio, necesita desconectarse, pues lo que ha vivido, y lo que va a pasarle, haría que cualquiera desee poner un muro entre sí y el resto del mundo.
Pero en este caso Alicia no está sola, hay testigos de su vida, una audiencia. Su historia se cuenta en “0615″, puesta en escena que dirige la peruana Micaela Valdés, egresada de Dirección Teatral en la Universidad de Palermo (Buenos Aires, Argentina). El texto es de la dramaturga francófona Pauline Peyrade, graduada de la Royal Academy of Dramatic Art de Londres y de la sección Dramaturgia de la École Nationale Supérieure des Arts et Techniques du Théâtre de Lyon. La obra va hasta el 9 de diciembre en el teatro de la Alianza Francesa de Lima.
En “0615″ la adolescente Alicia (Alejandra Rivera) se encuentra en una casa de acogida para menores, esto después de haber dado a luz por cuenta propia a una niña tras un embarazo no deseado. Las autoridades la acusan de intento de infanticidio, por lo que pasa por una investigación en la que son involucrados miembros de su familia, como su hermana (Alexa Centurión), así como una expareja (Augusto Gutiérrez), cuyas relaciones con la menor se tensan. Además, entra en escena un hombre que no conoce el calvario de Alicia y que la busca por motivos carnales (Brian Cano).
Son apenas cuatro personajes en la obra que, aislados, se comunican por llamadas telefónicas en las cuatro semanas previas al juicio. El libreto no ahonda en explicaciones sobre el grado de relación que tienen estas personas entre ellas, es el espectador quien, vistos los diálogos y cómo los personajes hablan el uno del otro, establece qué relación tienen.
“El proceso para darle vida Alicia ha sido de bastante observación porque yo no tengo 17 años y ella sí. Yo soy profesora en un colegio, les enseño teatro y puedo ver cómo actúa una chica que no necesariamente es tan tranquila. Porque Alicia es una chica inocente, buena, pero también tiene sus momentos de rebeldía” contó a El Comercio Alejandra Rivera, la protagonista. La actriz establece una conexión entre la conducta de su personaje, quien tiene un vínculo sexoafectivo con un hombre de 26 años, con la mala relación que ella tiene con su familia, cosa que la lleva a buscar cariño fuera de casa.
“Me parecía muy interesante que la obra proponga una situación tan delicada, y exponga temas que tienen que ver con los derechos de las mujeres, y de cómo somos vulnerabilizadas de tantas maneras”, sostuvo por su parte la directora Micaela Valdés. Ella también habló que, como en el caso de Alicia, siempre se juzga a las mujeres que no dan a luz en contextos de “completa felicidad”.
“La realidad es que hay muchos casos de mujeres que tienen hijos que no quieren, que no esperan o de los que no pueden hacerse cargo. Esa mirada juzgadora hace que el proceso siempre sea mucho más traumático y difícil para las mujeres. En la obra vemos cómo Alicia no ha tenido ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades, ni de sus propios padres; la única que está ahí de alguna manera es su hermana y sobre todo hay un falta de presencia en el ámbito de la salud mental que la acompañe durante el proceso que le ha tocado vivir”, dijo.
¿Por qué la obra se llama “0615″? Ese es un misterio, pues el número no aparece jamás en el cuerpo del libreto. Es posible que sea el número del expediente. Cuatro cifras que no alcanzan a contar una vida.
DATO
Puedes ver “0615″ los jueves, viernes y sábados a las 8:00 p.m. en el teatro de la Alianza Francesa de Lima (Av. Arequipa 4595, Miraflores). Va hasta el 9 de diciembre.
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