Se ha presentado en Francia y en España. Luego pasó por Italia, Grecia y Hong Kong. Ahora es el turno del Perú, pero posteriormente irá a Burkina Faso, y quizá Brasil y Venezuela. En cada país, “Hermanas” tiene a dos mujeres como protagonistas. Pero a pesar de que cruza fronteras diversas, el contexto de la situación no cambia mucho: es siempre una discusión larga, intensa y exasperante, que durante más de una hora lleva al espectador al límite de la tolerancia.
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“Es una obra que está más relacionada con el corazón de las personas, con sus heridas”, explica el director y dramaturgo francés Pascal Rambert (Niza, 1962), autor de la pieza y ganador del Premio de Teatro de la Academia Francesa –entre otros reconocimientos–, quien ha llegado a Lima para dirigir a la dupla local conformada por Lucía Caravedo y Denise Arregui. Ellas son las encargadas de interpretar a estas hermanas enfrascadas en un conflicto doloroso y aparentemente irreconciliable.
¿Por qué mujeres?, le preguntamos a Rambert, quien habla con una mezcla justa de carisma y autoridad. “La mayoría de mis obras suelen ser grandes monólogos para mujeres –responde–. Como escritor y dramaturgo, intento darles lo más que puedo a las actrices. Pero es verdad que podría hacer la obra con dos hombres, dos hermanos. No tendría problemas ni habría muchos cambios. Quizá lo haga cuando se dé la posibilidad”.
"Cuando escribí la obra estaba pensando en algo así como unas hermanas dentro del vientre de la madre. La gran lucha que se desata allí dentro".
El texto de “Hermanas” es peculiar porque, a pesar de tratarse de una acalorada disputa verbal, no muestra demasiadas interrupciones, sino más bien largas peroratas que se van turnando una y otra actriz. “Tiene que ver con mi forma de escribir”, dice Rambert cuando se le menciona esa particularidad. “Tiene algo que ver con lo insoportable también. Creo que cuando escribí la obra estaba pensando en algo así como unas hermanas dentro del vientre de la madre. La gran lucha que se desata allí dentro. Ahora último estoy intentando escribir obras más calmadas. Lo estoy intentando. Porque sí es un gran desgaste de energía”, agrega.
Y aunque la pelea y los desencuentros son parte inherente del ser humano, ¿no le da la impresión de que hoy por hoy nos entendemos menos que nunca los unos con los otros? “Sí, estoy de acuerdo. Yo que trabajo en todo el mundo, en los cinco continentes, lo veo siempre. Y es muy doloroso. Es difícil de entenderlo, muy difícil. No tengo explicación sobre por qué hay tanto rencor entre la gente”, afirma el artista francés.
ENTREGA Y DOLOR
Por su parte, Caravedo y Arregui interpretan a las dos mujeres que llevan sus respectivos nombres reales: Lucía y Denise. El conflicto se desata cuando la primera no le avisa a la segunda que su madre ha fallecido. Entonces afloran traumas del pasado, resentimientos y odios ocultos. Todo en un potente ida y vuelta que demanda un desgaste físico, vocal y emocional evidente.
El trabajo para esta puesta en escena de “Hermanas” comenzó en el 2019, pero debido a la pandemia se postergó. En todo ese tiempo, ambas actrices pudieron meterse de lleno en el texto. “Lo hemos trabajado como nos dio la gana, pero siempre sospechando de que, cuando Pascal llegara a Lima para dirigirnos, iba a hacer una revolución. Y literalmente ha sido una revolución”, cuenta Arregui.
Y agrega sobre el trabajo con el director: “La primera vez que nos vio a Lucía y a mí acá, hace unos pocos días, nos dijo: ‘Están al 50%’. La forma en que nos invita a meterle energía es increíble. Yo siento que ya lo di todo, que ya saqué la bestia que hay en mí, pero me fascina saber que para él no la he sacado todavía. Eso es algo que me reta inmensamente”.
Caravedo, quien ya había actuado en la obra del francés “La clausura del amor” –aunque no dirigida por el propio autor–, asegura que “hacer una obra de Rambert con el propio Pascal Rambert es otra cosa”.
“Para mí es un privilegio y un lujo –destaca–. Él nos da reglas muy claras, pero justamente para que el texto fluya. Cada palabra es una daga, un dardo, una bala que nos lanzamos constantemente. Nos da libertad para actuar, pero siempre y cuando conozcamos las reglas y estemos las dos juntas. Yo he quedado alucinada con cómo es que, a pesar de que Pascal no habla fluidamente el español, cada vez que yo he dicho alguna palabra de más o de menos, él se ha dado cuenta”.
Y entre los desfogues de Lucía y las catarsis de Denise, lo que queda claro en “Hermanas” es que el odio y las afrentas son peores cuando surgen del fracaso del amor. “Por eso es fascinante que Pascal nos diga siempre que hay que trabajar desde la calma, desde el afecto”, explica Caravedo. Puede sonar paradójico, pero quien haya vivido un trance parecido sabrá entender que es real. Y cuando vea la obra, seguramente lo sentirá. Hay que ir preparado.
“Hermanas” irá del 9 de julio al 21 de agosto en el auditorio del Icpna de Miraflores.
Se presentará los viernes y sábados a las 8 p.m. y los domingos a las 7 p.m.
Las entradas están a la venta en la plataforma Joinnus.com.
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