Podría parecer curiosa la presencia de monjas en las últimas obras que Alberto Ísola ha dirigido. En “Cintas de seda” apareció Sor Juana Inés de la Cruz, en “Estrategia de la luz” –montada en Buenos Aires– fue el turno de Santa Teresa de Ávila, y ahora, en “La travesía” –que se estrena este jueves–, le toca a otra hermana. Pero realmente no hay un interés particular en ellas. Más bien, se trata de una casualidad. Solo entre los dos primeros montajes existe un vínculo evidente: se trata de historias protagonizadas por personajes históricos que, si bien en la vida real jamás se conocieron, en las tablas comparten momentos íntimos y se transforman entre sí. En la tercera, por el contrario, se apuesta por un personaje ficticio.
La trama de “La travesía” también es distinta. Sandra Bernasconi da vida a una monja que está en una misión en un país no determinado del tercer mundo, en el que acaba de estallar una guerra civil. Las cosas se complican cuando desaparecen cuatro niñas y luego ella se topa con otra, muerta, sin ojos y con signos de haber sido violada. No pasará mucho tiempo para que empiece a sospechar de alguien cercano.
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“Es una imagen muy fuerte que le permite a la obra jugar con la idea de mirar y no mirar –señala Ísola–. A partir de ese suceso se plantean diferentes formas de lidiar con el asunto. Y cuando ella viaja a denunciar el caso es que se topa con una serie de tropiezos, inconvenientes y barreras que la hacen cuestionar su propia fe”. Para Ísola, el dramaturgo catalán Josep Maria Miró logra con “La travesía” acercarse a las obras de Henrik Ibsen. Así como en “Casa de muñecas” del noruego, por ejemplo, Miró sitúa la difícil autocrítica en un personaje que no debería cuestionar nada: así como Nora Helmer, la madre del siglo XIX retratada por Ibsen, una monja no puede dudar de su fe y menos de la Iglesia.
“Quería hacer una obra que hablara sobre hasta qué punto uno puede ser realmente fiel a sus ideas en un mundo en el que aparentemente nadie es fiel a las suyas –anota el director–. ¿Qué haces con tus valores cuando a tu alrededor todos los valores se vienen abajo? Es un tema que creo que nos toca a todos y esta obra lo plantea de manera muy particular. La fe de la monja, que es lo que se pone en tela de juicio en esta puesta en escena, puede ser leída de muchas maneras. Pueden ser tus convicciones, tu opinión sobre el mundo y las cosas que te hacen seguir adelante”.
—Las cosas con calma—“Donde antes hacía hasta ocho espectáculos al año, ahora hago muchos menos porque tuve un problema de salud el año pasado. Tuve que revisar mi manera de vivir y de trabajar si quería seguir viviendo y trabajando”.
Ísola reconoce que siempre fue una persona voraz en todos los sentidos, tanto en cuestiones de teatro como de comida. “Y eso es bueno y malo –anota–. Bueno porque te mantiene siempre interesado, vivo. Malo porque muchas cosas a la vez te acaban afectando de alguna manera. Creo que la principal razón por la que hacía tanto era porque me atraían muchas cosas. Eso no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que entendí que tengo que ser más selectivo que antes”.
Cortar abruptamente la apretada agenda le causó malestar, confiesa Ísola, pero no el que se esperó. Al contrario, tener más tiempo lo ha vuelto a contactar con viejos amores, como la lectura, el teatro y el cine, a los que no siempre podía recurrir. “Estoy disfrutando más de las cosas que hago”, añade.
Hace poco volvió de Buenos Aires, en donde por dos meses trabajó “Estrategia de luz”, obra de la dramaturga argentina Adriana Genta, fallecida. Aquí está a punto de estrenar “La travesía” en el Teatro de Lucía, proyecto al que se han sumado actores como Sandra Bernasconi, Carlos Victoria, Carlos Mesta, Rodrigo Palacios y Alejandra Saba. Y pronto estrenará su propia versión de “La celestina” en el teatro del Centro Cultural de la Universidad del Pacífico, una obra que, en sus palabras, habla de temas muy importantes hoy en día, como la doble moral”, y que además tiene “cinco personajes femeninos extraordinarios”.
“Uno no hace 'Hamlet' si no tiene a un actor que le parezca que está a la altura –destaca Ísola–. Lo mismo me pasa con 'La celestina' y ahí está Monserrat Brugué, actriz maravillosa con la que tengo una conexión. Ella pasará de hacer una monja en 'Cintas de seda' para ser una alcahueta”.
MÁS INFORMACIÓNLugar: Teatro de Lucía. Dirección: calle Bellavista 512, Miraflores. Estreno: jueves, 8 p.m. Horario: de jueves a lunes, 8 p.m.; domingos, 7 p.m. Entradas: Teleticket.