Google Earth como Google Maps fueron utilizados para trazar rutas. (Foto: Reuters)
Google Earth como Google Maps fueron utilizados para trazar rutas. (Foto: Reuters)
/ CARLOS JASSO
Redacción Mag

El 16 de abril de 2019 se hizo oficial la decisión de la empresa francesa Amaury Sport Organisation (ASO) de abandonar Sudamérica y organizar el Rally Dakar 2020 en Arabia Saudí. Un reto mayúsculo por lo desconocido del terreno, pero para el que ayudó la gran extensión del desierto, cuya ruta se cerrará el 28 de octubre tras seis meses de trabajo.

La icónica competición de raid vivirá el 5 de enero el pistoletazo de salida de su nuevo periodo, el tercero tras sus inicios en África y su paso por Sudamérica. En Oriente Medio, la organización quiere volver a los orígenes de la prueba con etapas de puro desierto, gran cantidad de arena y ese espíritu aventurero de enfrentarte a lo desconocido.

De hecho, los componentes del equipo de reconocimiento de ASO para el Dakar han sido los primeros europeos en visitar varias zonas del país, e incluso Medhat Samargandi, un saudí que se incorporó a la expedición para hacer las labores de traducción reconoció que ha visto “muchos lugares que ni conocía” de su propio país.

Tras hacerse oficial el acuerdo para organizar el Dakar en Arabia Saudí los próximos cinco años -aunque, ya hay planes cercanos a cumplirse de extenderlo a Jordania y Egpito en 2021-, ASO mandó una delegación al terreno para “descubrir el país”. Estos recorrieron un total de 6.000 kilómetros en 15 días.

Después de este primer viaje, David Castera, que se estrena como director del Dakar para esta edición, se sentó delante de su ordenador y, desde la distancia, en la sede de ASO en Issy-les-Moulineaux (Francia), realizó las primeras trazas del que será el recorrido con la herramienta Google Earth.

“Fue un poco diferente a todo lo que habíamos hecho antes, porque nunca habíamos estado en este país y había que perder mucho, mucho, tiempo en descubrir lo que había. Al principio trabajamos tanto con como con informantes locales, aunque esto fue un poco difícil porque no entendían bien lo que buscábamos”, explicó.

Un trabajo que crece de dificultad al tratarse de un terreno totalmente nuevo, aunque cuenta con la ventaja de que trabajaron con gran libertad y un mayor abanico de posibilidades que en Sudamérica, donde era “muy difícil” encontrar lugares óptimos para el desarrollo de la competición.

“No es fácil, aunque estoy acostumbrado a hacerlo no veo todo, claro (ríe). Cuando fui al terreno vi cosas diferentes como piedras que no aparecían, diferencia con el tamaño de las dunas… es por esto por lo que el primer viaje tras el primer trabajo en Google Earth es tan importante”.

Pero antes de dicho viaje, el siguiente paso fue presentar en julio la base de las 12 etapas que compondrán el Dakar 2020 al gobierno saudí, para atender a sus peticiones sobre a qué lugares de su geografía les querían dar importancia para mostrarlos al mundo. Como ocurrió con ‘Jabal Al Feel’ (la Montaña del Elefante).

Una de las características del desierto de Arabia Saudí es la gran cantidad de rocas que emergen entre la tierra, que son admiradas por su gente. En este caso, la Montaña del Elefante tiene unos 50 metros de altura y, tras siglos de erosión, las rocas rojizas forman una figura que se asemeja a la de un elefante.

Una de las peticiones de los dirigentes saudíes fue que una de las etapas finalizase en dicha zona, por lo que el cuarto día los participantes aparcarán sus coches a la sombra del Jabal Al Feel, en Madain Saleh -a 22 kilómetros de Al-Ula-, el primer lugar declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en Arabia Saudí que reúne además un gran número de ruinas preislámicas.

Atendidas las peticiones del gobierno saudí, se llevó a cabo el denominado ‘viaje de reconocimiento deportivo’ para dar el primer visto bueno al trazado, analizar sus dificultades y, sobre todo, valorar si era válido para las cinco categorías que competirán en el Dakar 2020 -coches, motos, camiones, quads y side by side-.

Esta segunda toma de contacto con el desierto del país de Oriente Medio tuvo una duración total de 60 días, divididos en cuatro viajes de 15 cada uno. Al volver, David Castera retocó el recorrido con los cambios apreciados en el terreno usando de nuevo la herramienta Google Earth.

Un trabajo con el programa informático que le llevó un total de unas 240 horas delante del ordenador: “Por ejemplo, la quita etapa la hice en dos días, cuando te hablo de dos días me refiero a ocho horas cada uno, y tras el viaje de reconocimiento cambiamos cosas que me llevó medio día. Y así con todas las etapas”.

El siguiente y último paso fue otro viaje de reconocimiento, pero esta vez para la confección del ‘Libro de Ruta’ que a partir de esta edición será a color y que se le entregará a los participantes antes de empezar cada jornada y no la noche anterior. Un formato que se está poniendo en práctica en el Rally de Marruecos, que también dirige Castera.

Este documento es de vital importancia para los competidores ya que los organizadores comparten indicaciones como, por ejemplo, las ‘y’ -término que se usa para indicar cuando una pista se divide en dos o más caminos- o el rumbo que han de tomar y marcan además los peligros que se pueden encontrar en el camino, como zonas de piedras o el grado de peligrosidad de las dunas.

“El Dakar es una carrera de navegación. Claro que es importante tener un buen piloto, pero el Dakar lo gana quien navega mejor y por eso es tan importante saber leer el ‘Libro de Ruta’”, asegura Thomas Cerf-Mayer, integrante del equipo de gestión logística de ASO y que participa en el reconocimiento.

La preparación del ‘Libro de Ruta’ se divide en dos viajes, de 15 días cada uno. El primero finalizó con las seis primeras etapas el pasado 27 de septiembre y el equipo de reconocimiento completará los seis restantes del 14 al 28 de octubre, tras lo que procederá a la digitalización del mismo.

Un trabajo de elaboración del recorrido de más de seis meses, confección de rutas con Google Earth y de 105 días en el desierto que se presentará el próximo 20 de noviembre en el Instituto del Mundo Árabe de París. Fecha hasta la cual ASO guarda en secreto los detalles de cada etapa ya que, como asegura Thomas, no quieren que “los equipos más potentes conozcan antes el terreno y vayan con ventaja sobre el resto”.

La organización elaboró un recorrido que en la primera semana será rápido y que, salvo imprevisto, mantendrá a todos los participantes con opciones; mientras que en la segunda subirá la dificultad con dunas más grandes que pondrá de verdad a prueba a pilotos y copilotos.

La 42ª edición del Dakar arrancará el próximo 5 de enero en Jeda y, tras una jornada de descanso en Riad después de la sexta etapa, concluirá en la capital de Arabia Saudí el 17 de ese mismo mes.

EFE