Jim Carrey sorprendió a todos al decir que estaría dispuesto a hacer una secuela de El Grinch. Pero, como era de esperar, no lo haría sin una condición. En una reciente entrevista, el actor dejó claro que hay algo clave que no está dispuesto a negociar. ¿Qué es? Aquí en Mag te lo cuento.
Carrey, a sus 62 años, dio vida al Grinch en la famosa adaptación de 2000, basada en el clásico libro ¡Cómo el Grinch robó la Navidad! del Dr. Seuss. La película, que se convirtió en un éxito instantáneo, le permitió al actor mostrar su talento para la comedia.
Sin embargo, para transformarse en el malhumorado Grinch, Carrey tuvo que someterse a largas horas de maquillaje, cubriéndose de pies a cabeza con una capa de piel sintética verde y prótesis bastante pesadas, lo que convirtió el proceso en una verdadera prueba de resistencia.
En una entrevista con ComicBook, Carrey reveló que estaría dispuesto a hacer otra película del Grinch “si pudiéramos descifrar al Grinch”. Esto sugiere que, aunque el actor está abierto a la idea, hay ciertos aspectos del personaje que necesitarían ser mejorados o comprendidos antes de volver a ponerse en su piel.
“Lo que pasa es que, el día de la sesión, me maquillo muchísimo y casi no puedo respirar. Fue un proceso extremadamente insoportable”, indicó al citado medio. “Los niños estaban en mi mente todo el tiempo. ‘Es para los niños. Es para los niños. Es para los niños’. Y ahora, con la captura de movimiento y cosas así, puedo ser libre de hacer otras cosas. Todo es posible en este mundo”.
Según ComicBook, Jim Carrey es uno de los pocos actores que podrían haber interpretado al Grinch, debido a las estrictas pautas establecidas por los herederos de Dr. Seuss, quien falleció en 1991. Según los herederos, el actor elegido para dar vida al personaje debía cumplir con requisitos específicos de altura y complexión. De hecho, en una carta que detallaba los tipos de actores adecuados, se mencionaban a Carrey, junto con Jack Nicholson, Robin Williams y Dustin Hoffman, como posibles opciones.