Un estudio de la Universidad Flinders, en Australia, reveló que los pacientes con miopía poseen una peor calidad de sueño en comparación con las personas que no tienen esta anomalía visual. El motivo se debe a una alteración en la producción de melatonina, hormona que controla el ritmo circadiano (horas de sueño y vigilia). Aún se están investigando las razones para este desequilibrio químico.
“Cuando se reducen los ciclos de sueño, hay un descanso menos reparador. Por otro lado, al estar más tiempo despiertos, los niños y adolescentes incrementan el uso de dispositivos electrónicos (celulares, tablets o computadoras) durante las noches. Al forzar su visión de cerca, podrían ocasionar que su miopía aumente”, señala el Dr. Juan Carlos Corbera, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Si bien la miopía es una alteración genética que aumenta a medida que el niño va creciendo, puede haber ciertos estímulos que la lleven a evolucionar más rápido. “La miopía suele desarrollarse durante la primera infancia (entre los cuatro y seis años), pero, en un paciente que tiene una predeterminación genética a padecer una miopía leve o moderada, si hace mucho esfuerzo visual, esta puede llegar a ser grave o alta”, comenta.
Corbera también destaca que los miopes suelen tener ojos más sensibles, por lo que, en la etapa adulta, es más frecuente que se observen casos de glaucoma o degeneraciones retinales periféricas.
Tratamientos con gotas detienen evolución de la miopía en niños
Hoy en día, a los niños con una miopía elevada se les viene aplicando una terapia efectiva para corregir el error visual.
“Hay estudios realizados en China y Japón, donde la cantidad de miopes es muy alta, que han demostrado que el uso de atropina en baja concentración puede disminuir la progresión de la miopía. Si un niño, a los cuatro años, tiene una miopía de –5, cuando cumpla ocho años, su miopía terminará en –7 o –8. Sin embargo, con este tratamiento novedoso, puede quedarse solo en –5.5 o –6.25″, indica el especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Mayor parte de los casos de miopía en adultos pueden operarse
Cuando una persona tiene más de 20 años de edad, puede dejar de depender del uso de lentes con una cirugía refractiva con excimer láser. Para poder realizarse la intervención, la medida del paciente debe haber sido estable en los últimos dos años. Además, tendrá que pasar por un examen oftalmológico para confirmar que no tenga ninguna enfermedad ocular.
“Casi el 98% de pacientes califican para una cirugía refractiva. Es muy raro que un paciente tenga una condición en el ojo por lo cual no se pueda operar, como una córnea muy delgada o con una curvatura excesiva”, indica.
La operación tarda alrededor de cinco minutos por cada ojo. Asimismo, el láser solo demora entre 26 y 38 segundos para corregir la miopía. La rapidez de la cirugía permite una pronta recuperación.
“El porcentaje de éxito es del 99.99%. Es una cirugía súper segura, predecible y sin dolor, pues se utilizan gotas anestésicas. Es ideal para errores de miopía entre –1 y –7; ya que, si son mayores, la precisión de la corrección será menor o puede que se corrija en el momento, pero con el tiempo vuelva una miopía residual de, por ejemplo, –1. Para errores refractivos mayores a 8, existen otro tipo de operaciones”, finaliza el doctor Corbera.