La reina Isabel II del Reino Unido ha hecho saltar las alarmas esta semana. Tras cancelar un viaje previsto a Irlanda del Norte por recomendación médica, Buckingham informó que la monarca pasó una noche ingresada en el hospital para someterse a “exámenes preliminares”, una noticia que ha preocupado a la familia real británica y que podría modificar la agenda de la soberana.
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Según el diario Daily Mail, los asesores de Buckingham están trabajando en una estrategia para reducir la carga de trabajo de Isabel II del Reino Unido. En las últimas horas Sir Edward Young, secretario privado de la reina, ha formado parte de ciertos debates en los que se le ha pedido modificar la agenda de la monarca y eliminarle actos que no son fundamentales en su rol como Jefa de Estado.
Qué cambios habrá
Los funcionarios del despacho de la reina están elaborando una lista de eventos prioritarios que Isabel II del Reino Unido atenderá durante los próximos 12 meses. Entre ellos destaca el Jubileo de Platino previsto para junio de 2022, donde se celebrarán los 70 años de su reinado. En algunos de sus compromisos se prevé que la monarca esté acompañada por miembros de la familia real británica.
La asistencia de Isabel II del Reino Unido a la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el cambio climático que se realizará el próximo 1 de noviembre en la ciudad de en Glasgow, Escocia, todavía forma parte de su agenda oficial. La decisión final, tal y como ha informado el citado medio británico, se tomará la próxima semana.
“Tienen que encontrar algún tipo de equilibrio. El acelerado ritmo que mantuvo durante el transcurso de un mes, tal vez haya sido demasiado”, comentó Sally Bedell Smith, una de las biógrafas de Isabel II del Reino Unido, quien desde que dejó Balmoral el pasado 1 de octubre ha asistido a 13 audiencias y 7 eventos. Además, tiene una lista de reuniones privadas y a diario revisa documentos gubernamentales.
Ingrid Seward, otra de las biógrafas reales ha instado a Carlos de Gales a asumir la responsabilidad de garantizar que la monarca no trabaje en exceso: “pueden dividir los deberes entre otros miembros de la familia, pero el heredero tiene que tomar una posición y decirle a su madre: ‘Ya es suficiente’”.
Señales que preocupan
Desde que el pasado 12 de octubre sorprendiera a más de uno por llevar bastón en un acto religioso realizado en la abadía de Westminster (Londres) en conmemoración del centenario de la organización benéfica de las Fuerzas Armadas ‘Royal British Legion’, Isabel II del Reino Unido ha generado gran preocupación. Aunque en su momento Buckingham aclaró que utilizó el bastón “para su comodidad”.
Tan solo días después de aparecer con bastón se hizo público que los médicos “aconsejaron” a la monarca que deje de beber alcohol de forma diaria, según comentó un amigo cercano de la familia real británica a Vanity Fair. El objetivo es que la reina llegue en la mejor condición física a junio de 2022, momento en que encabezará varios actos con motivo de la celebración del Jubileo de Platino.
Poco después de desvelarse esta medida se dio a conocer que la soberana recibió el consejo médico de reposar durante unos días, motivo por el que canceló su último viaje programado para el pasado 20 de octubre, la misma fecha en la que ingresó en el hospital durante una noche para someterse a “exámenes preliminares”. Son pocos los detalles que se conocen sobre su ingreso hospitalario.