El Reino Unido estuvo sumido en la preocupación cuando la semana pasada un comunicado de Buckingham anunció que la reina Isabel II del Reino Unido tuvo que suspender su visita a Irlanda. La cancelación supuso su primer descanso médico en varios años y llegó después de que rechazase el premio a “Viejita del año” dando como excusa que “uno es tan viejo como se siente”.
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El jueves estuvo de vuelta trabajando en su escritorio tras pasar una noche en el hospital, dejando muy en claro de que todo en el Palacio de Buckingham seguía como siempre. Desde adentro de la residencia real revelaron que la monarca británica “sigue de buen humor”, pero según una fuente cercana a la reina de 95 años le reveló a Roya Nikkah de The Times, que se encuentra “agotada”.
Adiós a los malos hábitos
Durante las últimas semanas la agenda de Isabel II del Reino Unido estuvo llena de compromisos públicos, y también la de su vida privada, ya que al parecer “no quiere cenar sola” tras la muerte de Felipe de Edimburgo, su esposo durante 73 años. Este año ha tenido cinco compromisos públicos sin estar acompañada de ningún otro miembro de la familia real británica y 12 junto a sus hijos o nietos.
Asimismo, su ajetreada vida social y ver la televisión hasta altas horas de la noche le ha pasado factura a Su Majestad. Solo hay que recordar aquel rápido mensaje enviado desde Balmoral pasada las 11 de la noche para celebrar el “gran logro” de la tenista británica Emma Raducanu cuando ganó el US Open. Aquello distó mucho de la hora de acostarse habitual de cualquier persona que tiene 95 años de edad.
Un acompañante para la reina
Según Sunday Telegraph, la reina será acompañada por algún familiar cercano en todos sus compromisos para evitar que los asistentes se sientan defraudados en caso de que se vea obligada a retirarse. Desde Buckingham no han confirmado nada y según una fuente cercana a la familia real británica explicó The Times: “No es nada raro que Su Majestad acuda acompañada por algún familiar”.
La monarca también ha renunciado, siguiendo el consejo de sus médicos, a su ginebra con Dubonnet del mediodía, así como a su martini de por la noche, según revelaron algunas fuentes reales. Al parecer, Isabel II sigue descansando y llevando a cabo tareas más ligeras, si bien una fuente cercana a palacio da a entender que lo está haciendo para conservar sus energías de cara a sus 70 años de reinado.