La reina Camila del Reino Unido ha decidido “colgar” los estribos. Apasionada de la equitación, la esposa del rey Carlos III prefiere ahora actividades más tranquilas y un tanto menos riesgosas, ya que considera que es demasiado mayor para montar a caballo. Esto es lo que dijo sobre dejar la montura.
La misma royal lo reveló recientemente durante su visita a un colegio en su primer viaje de Estado como reyes a Alemania. Hablando de aficiones con unos estudiantes de un instituto de Hamburgo, Camila se permitió la confidencia, de la que pronto se hicieron eco todos los medios británicos.
“Lamentablemente, ya no monto a caballo. Creo que soy demasiado mayor, pero tengo caballos de carreras. Anoche vi nacer a uno de los potros, fue muy emotivo”, fue la declaración de la reina, que presenció el nacimiento a distancia, desde la pantalla de su móvil.
El amor por los caballos
Sin duda, los caballos seguirán formando parte de su vida. Siempre han sido muy queridos para Camila, que comparte este amor con el resto de la familia real británica y que tiene un vínculo especial con la reina Isabel II.
Camila, además, es ahora copropietaria, junto con Carlos, de muchos de los caballos de Isabel II. Así lo informó el Racing Post, el pasado mes de febrero: Carlos III no dividió la herencia de su madre con sus hermanos por motivos fiscales, por lo que las caballerizas y los caballos han pasado directamente a la nueva pareja real.
Camila pasará menos tiempo montando a caballo, pero eso no implica que su amor por la equitación haya terminado, sobre todo porque sigue apoyando a numerosos grupos ecuestres y nunca se pierde eventos o carreras.