Se observa una cabaña en la orilla de una playa. | Imagen referencial: Zachary Ferguson  / Unsplash
Se observa una cabaña en la orilla de una playa. | Imagen referencial: Zachary Ferguson / Unsplash
Rodolfo Huamán

Comprada por apenas 621 dólares por sus , una cabaña en la playa de Dorset, Inglaterra, guarda muchos recuerdos felices para Sarah Thomas y su familia. Pero también significa una gran inversión en el mercado. Hoy, casi seis décadas después, vale medio millón pese a no contar con agua ni electricidad.

De acuerdo al portal , los padres de la Sra. Thomas, Jean y Peter Purvis, compraron la cabaña con la ayuda de una herencia de 500 libras esterlinas ( US$ 621) de su abuelo para ahorrar dinero en las vacaciones familiares.

En ese momento eran conscientes de que no podían permitirse el lujo de irse de vacaciones en familia, por lo que pensaron que sería mejor tener un lugar donde quedarse junto a una playa de arena.

Los tres hijos de Jean y Peter Purvis, llamados Sarah, Jane y Rob, crecieron pasando todas sus vacaciones en la cabaña de playa en Mudeford en el puerto de Christchurch, Dorset, y recién viajaron al extranjero de adultos.

Lo que nunca imaginaron es que esa cabaña ubicada en una playa deshabitada por aquel entonces, 1965, se convertiría en el lugar más caro del Reino Unido para comprarlas.

Ni agua ni luz

Pese a estar ubicado en un lugar aislado de todo, lo curioso de las 360 cabañas, incluida la de Jean y Peter, no tiene agua corriente, electricidad ni duchas.

Según , Sarah es la propietaria registrada de la cabaña después de la muerte de sus padres, aunque todavía la comparte con sus hermanos Jane, de 62 años, y Rob, de 54, respectivamente.

Sin intención de venderla

Pese al auge de la zona exclusiva del Reino Unido, la mujer de 58 años no tiene en mente venderla en primera instancia por los recuerdos de su infancia y el esfuerzo que significó para sus padres, pero sí dejó abierta la posibilidad de pasárselo algún día a sus sobrinos y ellos decidan qué hacer.

“No somos una familia rica y definitivamente no podríamos pagar una choza a los precios de hoy”, precisó Sarah.

“Mudeford es visto como el patio de recreo de un hombre rico hoy en día, pero todavía hay muchas cabañas aquí que han estado en familias durante generaciones”, finalizó.