La pandemia del coronavirus que azota a varios países del planeta ha provocado la muerte de miles de personas. Las historias detrás de estos decesos son desgarradoras, como la que vive Kelly Conkey Billups, residente en Ohio (Estados Unidos). Ella todavía no puede asimilar como en solo días su vida dio un vuelco castrófico, pues por culpa del COVID-19 perdió a gran parte de sus familiares. Su historia se viralizó en Facebook, provocando lágrimas en miles de internautas.
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“Es como una pesadilla”, dice la propia Kelly Conkey sola en su hogar, sin aún poder entender cómo el coronavirus le arrebató de sus brazos a su papá, su mamá y su hermano, y ni le dio tiempo pues ahora su esposo se encuentra en coma en un hospital de Ohio. “Esto destruyó a mi familia y me destrozó a mí”.
La mujer cuenta que una de las tantas reuniones familiares, que siempre le alegraron su vida, se convirtió en la condena de muerte de este amoroso clan. El reencuentro se produjo cuando aún no regía la cuarentena en Estados Unidos, el motivo: acompañar a Judith Conkey, la matriarca de 75 años, luego de una cirugía a la que se había sometido. Ella necesitaba rehabilitación, por eso la familia se reunió el 7 y 8 de marzo pasado, incluso David, hermano menor de Kelly, viajó con su esposa desde Austintown para acompañar a su madre.
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Él no sabía, no tenía síntomas, pero estaba infectado de coronavirus. El reencuentro duró dos días, donde todo transcurrió con normalidad. “Nos reíamos y bromeamos, simplemente nos divertimos”, recordó Kelly sobre aquel fatídico momento. Un día después, David volvió a Austintown con su esposa, horas más tarde comenzó a sentirse mal y para el 10 de marzo ya estaba en el hospital pero con un diagnóstico equivocado: sinusitis e infección en el oído. 48 horas más tarde estaba con respirador artificial y luchando por su vida.
En los siguientes días la catástrofe siguió su camino en la vida de Kelly Conkey, pues Judith y Lewis (sus padres) cayeron enfermos y dos semanas después de la trágica reunión familiar, Don, su esposo de 51 años, completó la lista de contagiados por COVID-19. La pesadilla para Kelly inició el pasado domingo 29 de marzo, cuando le informaron la muerte de su hermano: “era mi mejor amigo, y ahora se ha ido”. Dos días después, nuevamente su teléfono volvió a sonar, y esta vez para comunicarle que sus padres habían muerto.
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“Es como si estuviéramos en medio de una gran tormenta de invierno de la que no puedes escapar y lo único que puedes hacer es preguntarte qué tan malo va a ser, cuánto durará y qué va a pasar cuando termine. No se cómo voy a seguir después de todo esto”, manifestó Kelly al diario local Columbus Dispatch.
La protagonista de esta desgarradora historia, que es viral en Facebook, publica a diario fotos de su familia, tratando de recordar lo unida que era la familia Conkey. “Realmente todos hicimos todo juntos como una familia. Éramos todos o ninguno de nosotros”. Kelly, de 54 años, dentro del inmenso dolor que significa perder a su familia, agradece que sus padres no hayan presenciado la muerte de su hijo. “Le recé a mi hermano que viniera con Dios para reunirlos porque nuestros padres nunca habrían sobrevivido sabiendo que lo perdimos. No habrían podido recuperarse jamás”.
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El hospital hizo una excepción a las estrictas reglas de visita con los pacientes de COVID-19 y le permitieron decirle adiós a Lewis y Judith. “Estábamos todos vestidos, todos con guantes, todos enmascarados. Nos recibieron en la puerta y nos acompañaron durante todo el camino y han sido muy, muy solidarios, muy compasivos todo el tiempo”, manifestó Katie Garbrandt al medio televisivo.
En tanto, Don, esposo de Kelly, se encuentra en estado crítico pero los médicos lograron estabilizarlo. Su fiebre por ahora desapareció, pero está luchando día a día con un ventilador mecánico por su vida. “Lo más importante es que quiero que la gente entienda la urgencia de quedarse en casa y el distanciamiento social. Quiero ahorrarle a otra familia el dolor y el trauma que estamos viviendo”, manifestó Kelly Conkey.
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