A pesar de la promesa de una sonrisa más blanca, las pastas dentales blanqueadoras podrían causar más daño que bien a nuestros dientes.
Según el Dr. James Martyniak, un dentista de Nueva York, Estados Unidos, estos productos no blanquean realmente los dientes, sino que eliminan las manchas superficiales frotando el esmalte. Esto puede debilitar el esmalte dental con el tiempo, haciéndolo más fino, sensible y propenso a las caries.
El medio Daily Mail informa que la mayoría de las pastas blanqueadoras contienen altos niveles de abrasivos que desgastan el esmalte dental. Estos abrasivos se miden en una escala llamada RDA y cualquier puntuación superior a 101 se considera muy abrasiva.
Al eliminar el esmalte, estas pastas exponen la dentina, que es la capa amarilla que se encuentra debajo del esmalte, causando que los dientes parezcan más amarillos, incluso después de usar el producto.
Además de debilitar el esmalte, las pastas blanqueadoras también pueden causar sensibilidad dental. El peróxido, un ingrediente común en estos productos, puede irritar los nervios del diente y causar dolor. En algunos casos, el uso excesivo de pastas blanqueadoras puede incluso dañar las encías.
Si deseas blanquear tus dientes, es mejor consultar a un dentista. Los tratamientos profesionales de blanqueamiento dental utilizan productos más concentrados de peróxido bajo la supervisión de un dentista, lo que minimiza el riesgo de daños en los dientes y las encías.
¿Cómo cepillarse los dientes correctamente?
Para un correcto cepillado de los dientes, Colgate recomienda seguir los siguientes pasos. En primer lugar, sugiere comenzar cepillando las superficies externas de los dientes, tanto superiores como inferiores. Es importante utilizar un movimiento suave y circular, inclinando ligeramente el cepillo en un ángulo de 45 grados para llegar a la línea de las encías.
Una vez que las superficies externas estén limpias, se pasa a las superficies internas. Se sigue el mismo movimiento suave y circular, asegurándose de llegar a todos los espacios entre los dientes. Después, se cepillan las superficies de masticación, realizando movimientos hacia adelante y hacia atrás. Para finalizar, no hay que olvidar cepillar la lengua, ya que en ella se acumulan bacterias que pueden causar mal aliento.
La marca recomienda dedicar al menos dos minutos a esta tarea. Es importante utilizar un cepillo dental de cerdas suaves y cambiarlos cada tres meses. Además de cepillarse, es fundamental complementar la higiene bucal con el uso de hilo dental y enjuague bucal.