¿Alguna vez te has preguntado qué pensarías al final de tu vida? Una profesional de la salud estadounidense, con años de experiencia acompañando a pacientes en sus últimos momentos, ha identificado los arrepentimientos más comunes que las personas tienen antes de partir.
Shoshana Ungerleider, doctora en medicina interna, ha dedicado gran parte de su carrera a escuchar las palabras de quienes se encuentran al borde de la muerte.
La especialista de 44 años aconsejó a las personas usar su testimonio como un recordatorio sobre lo importante que es vivir el presente.
“Estar cerca del final de tu vida realmente te permite, te impulsa, a estar presente porque eso es todo lo que tienes”, dijo la Dra. Ungerleider en conversación con CNBC Make It.
Según la profesional, estos son los arrepentimientos más comunes entre los pacientes terminales:
- No pasar suficiente tiempo con las personas que aman.
- Trabajar demasiado.
- Dejar que el miedo controle sus decisiones y no tomar suficientes riesgos.
- No ser valiente ante la incertidumbre o la oportunidad.
- Centrarse demasiado en el futuro y perder el contacto con el presente.
La doctora también dijo que, más allá de recomendar una dieta sana y ejercicios, alienta a las personas a reflexionar sobre su propia mortalidad a una edad más temprana. De esta forma, los convence de disfrutar el presente y no pensar tanto en el futuro.
“Reflexionar sobre nuestra propia mortalidad a lo largo de la vida, ya sea que tengamos 20, 50, 80 años, lo que sea, nos permite vivir mejor cada día con más sentido y propósito en nuestras vidas”, agregó.
Cuidadora de pacientes terminales corroboró lo dicho por la Dra. Ungerleider
Hadley Vlahos, cuidadora de pacientes terminales, ha corroborado lo dicho por la doctora Ungerleider.
En sus conversaciones con pacientes al final de sus vidas, pudo escuchar historias similares sobre personas que lamentan no haber pasado más tiempo con sus familias.
“Mucha gente tiene la sensación de que no conoce a sus hijos en absoluto”, aseguró. “Se dan cuenta de que lo que creían que eran necesidades en realidad no lo eran. Tal vez podrían haber trabajado 40 horas en lugar de 60″.
Por otra parte, recordó que algunas personas se arrepienten de haber acumulado demasiadas posesiones materiales.
“Recuerdo que salí de esa enorme mansión y [la paciente] estaba en su cama estilo hospital y se dio cuenta de que uno no puede llevarse cosas cuando se va”, indicó.
“Dejé su casa para ir a otra, donde las paredes se estaban cayendo, y ella estaba en la misma cama de hospital”, añadió. “Al final, lo único que importaba eran las personas que la cuidaban. Ambos se estaban muriendo sin importar cuál fuera su situación económica”.