Donna Marino es una mujer estadounidense de 63 años que fue arrestada tras ser acusada de estafar a su esposo durante más de 20 años. Luego de una ardua investigación, se descubrió que durante todo ese tiempo le hizo creer al hombre que tenía Alzheimer. Todo como parte de una estrategia para quedarse con su fortuna. Descubre a continuación los detalles de esta historia.
En el marco de una extensa indagación, la policía detuvo a la fémina en Connecticut luego de que esta fuera acusada de falsificar la firma de su conviviente en cheques de su pensión, seguridad social, documentos relacionados con su trabajo y otros documentos legales, informó el medio local WKBN.
Al cometer este delito, la mujer transfería el dinero a una cuenta bancaria propia, llegando a quedarse con 600 mil dólares; sin embargo, la mentira fue descubierta y decidió contarle a los uniformados no solo que había cometido el fraude, sino también que había logrado convencerlo de que sufría Alzheimer, una enfermedad progresiva que repercute en la memoria y otras importantes funciones mentales.
De esta forma, la mujer buscaba que la víctima no fuera al banco e incluso lograba que no se diera cuenta del saldo que tenía en sus cuenta.
Cómo se descubrió la estafa
El esposo de Marino, de 78 años, y su hija mayor, Elena, denunciaron por primera vez el presunto fraude en marzo de 2019. En ese entonces, la joven le dijo a la policía que detectó el presunto robo al encontrar “papeleo financiero” en su casa de Connecticut, y que sospechaba que la mujer le había estado robando dinero a su padre desde 1999.
El hombre, incrédulo y decepcionado, dijo que ella “siempre había controlado las finanzas” y que “no tenía idea que estaba quitando dinero”.
El divorcio
Aunque en un inicio se negó a denunciar el hecho, finalmente lo hizo tras pedir el divorcio en enero de 2020. De forma escrita, dio detalles sobre “el fraude que habían sufrido las ganancias monetarias durante décadas”.
La detenida reveló que efectivamente había estado “firmando” estos documentos y que los depositó en la cuenta bancaria de su madre por 13 años. No conforme con ello, Marino consiguió de manera fraudulenta un poder notarial y sostuvo que empeñó parte de sus pertenencias para supuestamente ayudar a miembros de su familia con el pago del alquiler, compra de alimentos y mantenimiento de un auto.
Marino fue procesada, pero dejada en libertad con la condición de que se presente el próximo 29 de noviembre en la corte.