El juego de Calamar (Squid Game) está rompiendo récords de transmisión en Netflix. Sin embargo, no todo ha sido positivo. Recientemente, médicos han alertado que existe una tendencia en TikTok inspirada en lo que se vio en la pantalla chica y ha traído terribles consecuencias para los niños. Cinco menores terminaron hospitalizados en el Reino Unido por los videos que encontraron en YouTube y otras plataformas.
Lo que ocurre en la ficción
En el capítulo 3 de El Juego del Calamar, titulado “El hombre del paraguas”, los jugadores sobrevivientes deben afrontar un segundo reto. Cada uno elige cualquiera de las cuatro figuras que se les muestran (circulo, triángulo, estrella y paraguas) y, tras ello, el juego es revelado: “Panal de azúcar”.
Al abrir las cajas, los participantes se dan con la sorpresa que se tratan de dalgona candy o galletas que, antes de tomar esas formas, fueron derretidas con azúcar sobre un tazón. Este último procedimiento, precisamente, es lo que intentaron realizar unos niños al ver un video en TikTok, según informó Daily Mail.
Mirror, por su parte, informa que cinco menores fueron atendidos en las unidades de la Asociación Británica de Quemados, en el Reino Unido.
“Advertencia. Los servicios de quemaduras están experimentando un aumento en las lesiones por quemaduras siguiendo la tendencia Squid Game (El juego de Calamar) y las redes sociales. Muchos requieren cirugía para tratarlos”, publicó en su cuenta de Twitter La Asociación Británica de Quemados (BBA).
MÁS CASOS EN AUSTRALIA
En Australia, Higgie, un adolescente de 14 años, intentó imitar la receta que vio en la plataforma china, que incluía combinar agua, bicarbonato y azúcar en un vaso de plástico.
“La hirvió a una temperatura ridícula, después tomó la copa y le explotó en la mano. Le quemó la mano y al ser plástico con azúcar se fundieron, cayendo en su pierna, rodilla y mandíbula, manteniéndose pegada mientras le quemaba y quemaba y quemaba. Era como caramelo que le quemó los nervios”, contó la madre de Higgie a Daily Mail.
El menor de 14 años fue llevado al Hospital Infantil de Westmead, donde se atendieron otros dos casos similares.