El pasado 8 de febrero, Libby Bates fue trasladada en ambulancia desde su casa ubicada en Erith, al sureste de Londres, al Hospital Queen Elizabeth en Woolwich, tras sufrir un ataque no epiléptico.
La madre de la joven, Nicola, indicó que el personal médico sufrió para encontrar una vena para analizar la sangre de su hija, por lo que advirtió al técnico de triaje que posiblemente podría necesitar una máquina de ultrasonido.
Nicola Bates pensó que el enfermero tomaría en cuenta su recomendación, pero él la ignoró por completo y trató de tomar la sangre de su hija de todas maneras, pese a que su hija había sufrido una convulsión.
De acuerdo a NY Post, el técnico estaba atento al partido de copa entre el París Saint-Germain y Marsella. Según Libby, el enfermero había entrado al consultorio con volumen encendido y estalló de júbilo al celebrar un gol.
¿Qué pasó? No tuvo cuidado con el instrumento y dejó un hematoma en Libby. La mujer tomó una foto alrededor de las 10:30 p. m. y se observa claramente al hombre mirando su teléfono y alejándose mientras intentaba administrar la aguja.
“Estaba mirando el teléfono, viendo un gol, cuando tenía la aguja en la mano de mi hija”, dijo Nicola a South West News Service.
Disculpas del hospital
Luego del incidente, Libby y Nicola recibieron una disculpa de Lewisham and Greenwich National Health System Trust, que administra el hospital, pero no tomaron ninguna medida o sanción contra el enfermero que miraba un partido de fútbol durante su trabajo.
“Creo que debería haber sido disciplinado. Estaba viendo el fútbol cuando entramos, con el sonido encendido. No habló con mi hija en todo el tiempo que estuvimos allí”, dijo Nicola.
Posteriormente, la madre agregó que el enfermero lastimó a su hija mientras intentaba sacarle sangre. “No hubo atención y le dije a otra enfermera que en ese momento estaba viendo el fútbol pero me ignoraron”, continuó.
Luego de la experiencia que vivió en Lewisham and Greenwich NHS Trust, la joven ya no confía en los hospitales. Según su madre, Libby ha estado yendo regularmente durante los últimos dos años debido a ataques no epilépticos.
En tanto, el hospital señaló que el técnico de enfermería no estaba en turno en ese momento, pero de igual manera se ofreció a sacarle sangre a la paciente, pero la madre no aceptó esta “excusa” para el caso de su hija.