Una mujer de Massachusetts, Estados Unidos, padece una enfermedad crónica que la hace alérgica a una amplia variedad de alimentos. Incluso la comida más común como arroz, pan o mostaza pueden representar una amenaza potencialmente mortal para ella. Caroline Cray, de 24 años y residente de Boston, ha compartido abiertamente su experiencia, describiendo cómo enfrenta día a día el desafío de llevar una dieta extremadamente limitada que se adapte a sus complejas necesidades médicas.
“Estoy en un punto en el que mi dieta consiste únicamente en EleCare (una marca de fórmula para bebés) y avena”, dijo la estadounidense en conversación con el medio South West News Service.
El diagnóstico de Cray reveló que sufre del síndrome de activación de mastocitos (MCAS), un trastorno inmunológico poco común que desencadena síntomas graves y repetidos de alergia, afectando múltiples sistemas del cuerpo, según la Academia Estadounidense de Asma, Alergia e Inmunología.
La lista de desencadenantes de alergias es extensa, pues incluye alimentos como pescado, maní, sésamo, kiwi, mostaza, así como alérgenos ambientales como el moho y el pelo de perro o gato.
“Es realmente difícil: no piensas en absoluto en la comida cuando puedes comer normalmente”, confiesa la joven, quien se ve obligada a llevar su propia comida y bebida cada vez que sale a cenar.
Cray se dio cuenta por primera vez de su enfermedad en septiembre de 2017, cuando sufrió un shock anafiláctico después de consumir helado, lo que resultó en una hospitalización de 12 horas.
Posteriormente, enfrentó una serie de ataques que la llevaron a la unidad de cuidados intensivos durante 12 días después de ingerir pizza, pan y arroz con frijoles.
Pudo ser diagnosticada después de varias idas y venidas al hospital
A pesar de estos graves síntomas, inicialmente los médicos asumieron que las reacciones serían temporales, pero ella continuó poniéndose mal cada vez que ingería ciertos alimentos.
Después de un largo período de idas y venidas al hospital, recibió el diagnóstico de MCAS, lo que cambió su vida por completo. Aunque inicialmente encontró cierto alivio en tener una explicación para sus problemas de salud, también se angustió ante la perspectiva de vivir con una enfermedad crónica de por vida.
“Me emocioné, lo cual fue muy sorprendente para mí”, reveló. “Soy una persona muy estricta, pero mi madre y yo estábamos llorando”.
Además de seguir una dieta estricta a base de avena y fórmula para bebés, la joven se somete a un régimen de medicación que incluye inyecciones regulares contra la alergia, antihistamínicos y tratamiento para la inmunodeficiencia.
A pesar de todas estas dificultades, Cray hace lo posible por llevar una vida lo más normal posible, compartiendo comidas con su familia y saliendo con amigos, aunque con ciertas limitaciones.
“Cuando salgo por la noche, siempre soy la conductora designada”, bromeó. “Puedo informar a la gente sobre lo que pasó la noche anterior”.
La estadounidense mantiene una actitud positiva y está comprometida a superar los obstáculos que enfrenta debido a su enfermedad. Mediante su cuenta de TikTok, comparte detalles de su caso, ganándose elogios entre los internautas por siempre poner una gran sonrisa a pesar de su complicada situación.
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