Después de pasar 28 años en la cárcel por un crimen que no cometió, Lamar Johnson, de Missouri, Estados Unidos, fue liberado por un juez que anuló su condena y encontró “pruebas confiables de inocencia”. Conoce los detalles de su caso.
El sujeto, en la actualidad de 50 años, pasó más de la mitad de su vida tras las rejas, luego de que fuera injustamente encarcelado por supuestamente asesinar a su amigo Marcus Boyd en 1994, informó el medio Daily Mail.
David Mason, juez del estado de Missouri, señaló durante el juicio que la evidencia presentada por Johnson “supera el estándar de claridad y convicción”.
El pasado 14 de agosto, el hombre dejó el juzgado unas dos horas después del fallo y agradeció a todos los que trabajaron en su caso. Asimismo, se negó a responder preguntas de la prensa.
Acusado injustamente
En 1994, Marcus Boyd fue asesinado por dos hombres enmascarados. La policía y la fiscalía atribuyeron el hecho a una disputa relacionada con dinero de la droga.
Johnson mantuvo su inocencia desde el principio y dijo que estaba con su novia a kilómetros de distancia cuando ocurrió el crimen.
Mientras que el hombre fue declarado culpable y sentenciado a cadena perpetua, un segundo sospechoso, Phil Campbell, se declaró culpable de un cargo reducido a cambio de una pena de prisión de siete años.
La novia de Johnson en ese momento, Erika Barrow, testificó que estuvo con Johnson toda la noche, excepto por un lapso de cinco minutos cuando él se fue a la calle para concretar la venta de una sustancia ilícita.
La mujer argumentó que la distancia entre ellos y la casa de Boyd habría hecho imposible que el acusado llegara allí y regresara en tan poco tiempo.
La declaración clave de un testigo
La situación del hombre cambió cuando James Howard, testigo clave, se retractó de su testimonio y declaró en la audiencia que él y un segundo sospechoso, Phil Campbell, decidieron robarle a Boyd, quien le debía dinero a uno de sus amigos por la venta de drogas.
Howard testificó que le disparó a Boyd en la parte posterior de la cabeza y el cuello y Campbell en el costado. También dijo que Johnson no estaba allí.
Contrario a lo que suele ocurrir en este tipo de casos, el hombre no califica para una compensación porque el caso no depende de una prueba de ADN.
Muchos estados ofrecen pagos a las personas cuyas condenas son anuladas, pero esto es raro en Missouri.