En 1978, Patrick Moriarty, un profesor del curso “Ciencias de la Tierra”, hizo una promesa a sus estudiantes de noveno grado en Rochester, Nueva York: se reunirían para presenciar el próximo eclipse solar que pasara por su ciudad natal. Más de cuatro décadas después, el docente cumplió esa promesa cuando alrededor de 100 de sus antiguos alumnos se congregaron frente a su casa, ubicada en el pueblo de Brighton, para ser testigos del inusual espectáculo astronómico.
Moriarty tenía 22 años cuando les entregó a sus estudiantes una hoja de trabajo sobre eclipses, pidiéndoles marcar la fecha del eclipse del 8 de abril de 2024 y mantener los ojos abiertos para recibir un mensaje suyo en el futuro.
Durante los siguientes 16 años, invitó a todas sus clases de “Ciencias de la Tierra” a hacer lo mismo, explicando que sería más fácil contactar a la gente probablemente a través del periódico local “Democrat and Chronicle”.
En 2022, Moriarty organizó un evento en Facebook para planificar la reunión. Llegado el gran día, cerca de 100 exalumnos asistieron, algunos con sus parejas e hijos, y otros cientos más expresaron su deseo de asistir desde lugares lejanos como Nueva Zelanda.
El reencuentro se desarrolló sin problemas, con Moriarty y su esposa ofreciendo bebidas y pizza, y colocando sillas en el camino de entrada. Incluso instalaron un parlante para proporcionar comentarios educativos mientras el eclipse se acercaba.
Para el docente, el reencuentro fue mucho más que una reunión con sus exalumnos
Para Moriarty, el evento fue mucho más que simplemente presenciar un eclipse: fue una oportunidad para reconectar con sus antiguos estudiantes y escuchar la influencia que tuvo en sus vidas.
“He tenido la oportunidad de volver a conectarme con muchos de mis estudiantes que han compartido cosas maravillosas sobre estar en mi salón de clases y el impacto de los maestros”, dijo el ahora exprofesor en conversación con el medio New York Post.
“Esto fue un ‘Oh, Dios mío, creo que lo hice bien’. Tuve un impacto en estos”, agregó.
A través de las redes sociales, Moriarty pudo reconocer a algunos de sus antiguos estudiantes, aunque él afirma que los maestros tienen una habilidad especial para recordar caras incluso décadas después.
“Fue muy interesante verlos caminar calvos o con cabello gris y mirarme como, ‘Aún eres mi maestro’ y pude ver en sus caras, ahora en sus caras adultas, cómo se veían cuando eran 14″, confesó.
Moriarty, que lleva jubilado poco más de una década, también pasó 17 años en la administración escolar, siendo su próxima meta postularse para la junta escolar de Penfiel, ciudad en donde estudian tres de sus nietos.
“Quiero ser la voz de la experiencia y la voz de la razón”, aseguró.