Albert Douglas lo perdió todo. Decidió abandonar su lujosa casa en Palm Jumeriah (Dubái) porque la justicia lo perseguía. Buscaba escapar de los Emiratos Árabes en busca de libertad en el vecino país de Omán, sin embargo mientras viajaba en medio de la noche, en un vehículo conducido por un traficante de personas, fue detenido. La policía se cruzó en su camino. Esta es la historia viral del hombre que lo perdió todo por las deudas de su hijo.
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En septiembre de 2019 la vida de Douglas, un hombre de 60 años, comenzó a desplomarse cuando los oficiales ingresaron a su oficina con una orden de arresto por ser responsable de las deudas de la empresa de su hijo. Gasto mucho dinero en abogados, pero no pudo imponer su verdad por lo que fue sentenciado a 3 años de prisión. Víctima de la desesperación trató de huir de Emiratos Árabes, sin embargo fue capturado.
En 2003 su vida dio un giro completo. Tuvo una increíble visión de negocio y abandonó Reino Unido junto a su esposa Naomi para instalar su empresa especializada en pisos de madera real llamada Alomni Flooring. Gracias al boom inmobiliario que transformó a los Emiratos Árabes Unidos en un destino turístico de julo extremo, Albert Douglas ganó millones en poco tiempo.
Vivía un estilo de vida llenos de lujos y en uno de los lugares más exclusivos del planeta. Al poco tiempo convenció a su hijo mayor, Wolfgang, de que se mudara a los Emiratos y dejará su hogar en Londres, tal y como lo hizo él años atrás. Así, el joven de 34 años fundo la empresa TimberWolf en 2007 y su padre fue uno de los firmantes del negocio, aunque su vínculo terminaría en 2018 cuando Albert renunció a cualquier compromiso.
En 2019, Wolfgang decidió regresar a Reino Unido para recibir un tratamiento médico. Desde lejos la empresa perdió el rumbo y los cheques emitidos a los proveedores comenzaron a rebotar. Los acreedores tomaron acciones legales y presentaron reclamos contra el joven y su padre.
Wolfgang quiso resolver los problemas desde Reino Unido porque sabía que iba a ser arrestado si volvió a Dubái. Según la ley en el emirato, cualquier persona vinculada a una empresa que deba dinero puede ser considerada responsable de sus deudas, y a veces se persigue al resto de familia para que paguen. Por lo que las autoridades responsabilizaron a su padre, Albert Douglas.
El empresario gastó más de 1 millón de dólares en su defensa, pero terminó perdiendo el juicio y siendo condenado a 3 años de prisión. Aún tuvo una última instancia de apelación, pero a pesar de los esfuerzos la justicia rechazó sus planteos y debía cumplir su condena sí o sí. Poco después fue intervenido por la policía cuando intenta huir a Omán.
“Soy inocente y me obligan a pagar la pena por las deudas de mi hijo. No le deseo esto a mi peor enemigo. No tuve nada que ver con la empresa, a parte de que mi nombre figuraba en los documentos cuando se fundó”, contó Douglas en una entrevista para Daily Mail. “Mi padre lo ha perdido todo y, de ser un rico empresario e inversor inmobiliario, lo han despojado por completo de sus bienes y su dignidad sin ningún motivo”, contó Wolfgang.