Ian Shelley es un nombre de 49 años que el pasado lunes 12 de abril estaba entrenando para una maratón. El deportista corría por el paseo marítimo de Southend-on-Sea en Reino Unido, cuando de pronto divisó a una señora tratando de lidiar con el berrinche de un niño que estaba acostado en el suelo. La historia se volvió viral por el final inesperado.
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El pequeño que estaba tendido en el suelo se llama Rudy: tiene 5 años y sufre de autismo. Suele tener esta clase de crisis cuando sale de caminata junto a su madre y le toca volver a casa por el mismo camino que recorrieron. El paseo es una de las actividades favoritas del niño, pero solo tiene un recorrido por lo que la vuelta suele ser conflictiva para él y su madre, Natalie Fernando de 44 años.
Casi siempre ella encuentra la solución para superar ese difícil momento. Sin embargo, la última crisis de Rudy se volvió imposible de controlar. El niño se tiró al suelo y se puso a gritar. Incluso una pareja, poco empática, que pasaba por el lugar con su bebé de 2 años los insultó porque los gritos del niño asustaban a su hijo. Natalie pidió disculpas, pero no entendían lo que sucedía con Rudy.
“Normalmente puedo manejar los colapsos de mi Rudy, pero después de 2 semanas sin poder ir a su escuela, la situación no era la de siempre. Fue demasiado para él y para mí”, contó Natalie en el relató que se volvió viral en Facebook. Fue en ese preciso momento en que Ian Shelley divisó la escena e intervino.
“Este hombre, un completo extraño, me salvó hoy de un colapso de Rudy que duró más de una hora”, relató Natalie, agradeciendo infinitamente a Ian. Añadió: “cuando tiene uno de estos ataques suele ponerse violento, se pierde por completo”. Pero, ¿cómo intervino el hombre y ayudó a Rudy?
“Bien, entonces, ¿por qué no me acuesto aquí contigo un rato”, dijo Ian a pesar de la advertencia de Natalie. “Estaba más que conmocionada”, señaló la madre al recordar que con esa simple acción, Rudy empezó a calmarse. “Muchas veces hice lo mismo, me he acostado junto a él en supermercados, estacionamientos y centros comerciales porque hace que Rudy sienta que estas en su mundo”.
“Este hombre, un completo extraño, se tomó un tiempo de su día para charla y preguntarle a mi hijo si estaba bien. Ver a alguien que no sabe nada sobre Rudy hacer esto instintivamente fue tan sorprendente y no pude borrar la sonrisa de mi rostro”, añadió Natalie, visiblemente conmovida por el gesto de Ian Shelley.