Virginia “Ginny” Burton llegó a creer que era cuestión de tiempo para que alguien la encontrara sin vida en algún parque con una aguja en el brazo o con una bala en la cabeza. “No me importaba si me mataban, si iba a la cárcel o decidía suicidarme. Cualquiera de esas opciones era una salida para mí, no podía detenerme por mi cuenta”, pensaba cuando estaba en las calles.
Sin embargo, esta mujer estadounidense de 48 años logró rehacer su vida. Mediante sus redes sociales, compartió su increíble antes y después, volviéndose viral por compartir detalles sobre su historia de superación.
Burton nació en Tacoma, una ciudad ubicada en el estado de Washington. Según contó, tuvo una infancia muy difícil. Su madre, que padecía una enfermedad mental, traficaba drogas. Su padre estaba en la cárcel por una serie de robos a mano armada, informó la cadena ABC.
A los 12 consumía metanfetamina y cocaína. A los 14 conoció el crack. Intentó suicidarse tras ser violada por un hombre que le había comprado drogas a su madre. A los 23, había dado a luz a dos hijos. Según los informes policiales, estaba en una relación abusiva y se había convertido en adicta a la heroína.
Llegó a robarle a traficantes de drogas mexicanos y robó autos para conseguir narcóticos y, finalmente, las autoridades le quitaron la custodia de sus hijos.
“Cuando estás atrapado en la calle y hueles a heces y no te has duchado, y no puedes hacerlo en un servicio social durante las horas de trabajo porque estás demasiado ocupado tratando de alimentar tu adicción, y tu adicción es más grande que tú... Y has comprometido tu integridad varias veces una y otra y otra vez, y estás empezando a ser víctima de la gente en la calle... estás desesperada”, declaró Ginny. “No puedes soportar tu vida. Preferirías estar muerto que vivo. Pasé la mayor parte de mi adicción deseando que alguien me matara”.
Sus actos la llevaron a la cárcel tres veces. Allí, tuvo el tiempo para pensar si quería cambiar su vida; no obstante, no contaba con las herramientas para que sucediera. Tan pronto como salía de prisión, volvía con las mismas personas y el mismo estilo de vida.
En diciembre de 2012, fecha que fue arrestada por última vez, sucedió algo que le terminó “salvando la vida”. Había estrellado un camión robado contra un árbol durante una persecución policial y, posteriormente, fue detenida. Mientras estaba sentada en la parte trasera del auto de las autoridades, empezó a sentirse feliz y aliviada. “Sabía que estaba bien. Supe cuando me puso las esposas y me metió en su auto, supe que mi vida iba a cambiar y fue entonces, en ese momento, que tomé la decisión de darle la vuelta sin importar lo que costara”, explicó.
Tras esta detención, Ginny pidió que la incluyeran en el programa para tratar su adicción a las drogas. Desde entonces, la mujer nunca volvió a mirar hacia atrás.
Tras hacer servicio social durante varios años, empezó a tomar clases en la universidad. Según dijo, el tiempo que pasó en South Seattle College en Washington le hizo darse cuenta de cuánto de su vida había desperdiciado. Es así que terminó descubriendo que tenía un don para estudiar. “Era buena aprendiendo”, asegura.
Estudió ciencias políticas y, gracias a su esfuerzo, fue nombrada Becaria Truman 2020 para Washington. Asimismo, formó parte del equipo académico de la universidad.
Tras graduarse, publicó en su cuenta de Facebook dos impresionantes fotografías que muestran su radical cambio con el paso de los años.
Al día de hoy, Ginny, quien lleva 8 años y 5 meses sin consumir ningún tipo de droga, espera que su historia sirva de inspiración para quienes luchan contra la adicción.
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