Yasmina y Antonio, una pareja de esposos de Las Palmas, España, estaban sumamente preocupados cuando se enteraron que él perdió su empleo en plena víspera de Navidad, pero, por esos azares de la vida, 24 horas después se dan con la gran sorpresa que se encontraban entre los ganadores del premio mayor de la lotería. La historia de este matrimonio llegó a redes sociales y medios de comunicación donde se convirtieron en tendencia.
El premio mayor era de 161.42 millones de euros del Gordo de Lotería, siendo uno de los montos más elevados en muchos años el cual se repartió entre un número importante de ganadores, entre ellos la pareja que protagoniza este relato, quienes se llevaron la envidiable suma de 400 mil euros.
Tras conocer que se encontraba entre los ganadores se apersonó al Centro Comercial El Mirador para cobrar su dinero, lugar donde agradeció al personal de la lotería, para luego narrar que el ticket lo adquirió 15 días atrás.
Por ello, cuando los medios de comunicación españoles lo abordaron, la pareja se mostró un tanto incrédula por todo lo que estaban viviendo, principalmente, porque todo parecía indicar que se acercaban tiempos de escases económica.
En declaraciones a COPE, Yasmina confesó: “Parece que estoy soñando. Este premio ha sido una bendición (…) todos los años vengo a comprar aquí y fue el último número que compré”, dijo la mujer quien vio por televisión que su esposo era uno de los ganadores del premio principal.
La preocupación principal de la pareja era cómo llegarían a fin de mes para poder pagar la renta de su departamento: “Anoche nos acostamos con la ilusión de ganarnos algo, no esto, pero algo pequeño que nos diera para comprarnos una casa, porque llevamos toda la vida viviendo de alquiler. Cuando supimos que éramos los ganadores solo podíamos llorar y gritar de emoción”.
Sin embargo, también hay otros casos de ganadores igual de sorprendentes como el de Lali, una enfermera que atiende a domicilio a sus pacientes.
“Estaba desayunando con un paciente y escuché que había caído el premio en la administración del Centro Comercial Mirador, me levanté, lo miré en el celular y sí, era mi número. Grité como una loca y pregunté dos veces porque no creía lo que estaba pasando”.
Sin embargo, relató que a pesar de este golpe de suerte no piensa abandonar su oficio: “Ya llamé a mi jefa para decirle que voy a seguir trabajando, que no piense que por esta suerte voy a dejar a mis pacientes (…) Ahora, mi familia y yo, vamos a poder vivir más holgadamente”, indicó a ABC.