Joe Ligon es un hombre de Estados Unidos que fue condenado a cadena perpetua cuando tenía 15 años. Recientemente, ya con 83 años encima, fue liberado de una prisión de Pensilvania después de pasar casi siete décadas ahí, convirtiéndose en el prisionero más longevo en conseguir la libertad en el país norteamericano. Esta es su historia.
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El ciudadano nació en 1938 en el estado de Alabama. Creció en una pequeña granja y dejó la escuela cuando cursaba el cuarto grado. Cuando tenía 15 años, participó, junto a otros adolescentes, de unos asaltos que dejaron a dos personas muertas y otras seis heridas.
Ligon admitió su participación en los robos, pero negó haber matado a alguna de las víctimas; sin embargo, fue condenado a cadena perpetua en 1953 y permaneció recluido durante 68 años en un centro penitenciario de Phoenix.
En 2017, la Corte Suprema de Estados Unidos abolió la cadena perpetua para menores de edad por considerarla un castigo muy severo. Esta decisión generó que la condena de Ligon fuera rebajada a 35 años, con opción de solicitar libertad condicional. Ligon, por su parte, no se apresuró en pedirle porque esta medida suponía seguir siendo vigilado por las autoridades después de salir de prisión.
“Me gusta ser libre”, dijo el hombre a The Philadelphia Inquirer. “Con la libertad condicional, tienes que ver a los supervisores de vez en cuando. No puedes salir de la ciudad sin el permiso de los funcionarios de la libertad condicional. Eso es parte de la libertad para mí”.
Tras negarse a pedir la libertad condicional, luchó por conseguir la libertad completa. Desde el fallo del 2017, el abogado de Ligon, Bradley Bridge, pasó tres años luchando por liberar a su cliente, teniendo en cuenta que ya había cumplido su condena. Finalmente, ganó.
En conversación con el medio citado, Ligon lamentó que sus padres y su hermano no estuvieran vivos para verlo salir de prisión. Asimismo, dijo estar bastante sorprendido con la transformación que tuvo la ciudad todos estos años que estuvo encerrado.
Ahora, busca reintegrarse a la sociedad con la ayuda de ‘Youth Sentencing and Reentry Project’, un programa de ayuda para que brinda asistencia a exconvictos. En su caso, recibirá apoyo para encontrar un hogar de paso en el que pueda compartir con una nueva familia.