Regresaban a casa después de celebrar el Año Nuevo, sin saber que esa noche tomarían una decisión que los convertiría en héroes. Tres jóvenes de Maine, cuando ya pensaban que su noche iba a terminar tranquila, se toparon con una emergencia que lo cambiaría todo. Sin pensarlo dos veces, dejaron de lado su camino y y decidieron enfrentar un peligro que jamás imaginaron. Esta es la historia ocurrida en el primer día del 2025.
Según WABI, era cerca de la 1:30 am cuando Robert y Kaleb Weymouth, de 16 y 14 años, y su amigo Colby Simmons, también de 16, regresaban a casa tras una noche de celebraciones. Mientras cruzaban la carretera, algo los hizo frenar: un incendio estaba arrasando un granero, y las llamas ya se habían extendido a la granja adyacente.
Los adolescentes no solo llamaron al 911, sino que también entraron en acción para salvar a la pareja que dormía dentro de la casa. Sin pensarlo, se acercaron y lograron alertarlos, ayudándoles a escapar antes de que el fuego se propagara.
“Les dije: ‘Tenemos que entrar rápido’. Entonces, tocamos la puerta, nada, y tuvimos que abrir la puerta y despertarlos”, dijo Simmons al citado medio. “No tenían idea de que su casa se estaba quemando, y los levantamos. Se pusieron ropa y luego los sacamos”, añadió.
Los adolescentes describieron cómo presenciaron el derrumbe del granero, esquivaron pedazos de madera que caían y escucharon los fuertes golpes y el silbido de los tanques de propano mientras ponían a la pareja a salvo. El caos era palpable, pero su valentía los mantuvo enfocados en la misión de salvar vidas.
“La madera se caía al suelo, casi junto a nosotros”, dijo Kaleb Weymouth.
Héroes inesperados
Doce departamentos de bomberos de los condados de Piscataquis y Penobscot lucharon contra el incendio hasta las 8 a.m., pero tuvieron que regresar a las 11 a.m. debido a un reavivamiento en el ático. A pesar de sus esfuerzos, las llamas continuaron siendo una amenaza constante.
“Pudimos rescatar algunas joyas, algunas fotografías y objetos personales, pero la mayor parte de la casa quedó totalmente destruida”, comentó el jefe de bomberos de Dover-Foxcroft, Brian Gaudet, reflejando la magnitud del daño que dejó el incendio.
Gaudet dice que esta es la segunda vez en su carrera que alguien ingresa a una casa en llamas para salvar a los que estaban adentro. “Es muy heroico y desearía que hubiera más gente como estos chicos en el mundo”, dijo.
“Esto pudo haber terminado muy mal si no hubiera estado alguien allí”, dijo Robert Weymouth. “Porque a todos los demás les llevó un tiempo llegar hasta aquí”, concluyó.