Ledell Lee es un hombre de Arkansas, Estados Unidos, que fue condenado a la pena capital en 1995 por el asesinato de Debra Reese, su vecina. Aunque siempre dijo ser inocente, las autoridades ordenaron que, el 20 de abril de 2017, se le aplicara una inyección letal. Han pasado cuatro años desde entonces, pero sus abogados aseguran haber encontrado en el arma homicida material genético que apunta a otro culpable.
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La organización Innocence Project (Proyecto Inocencia), una organización que representa a los condenados injustamente en Estados Unidos, dio a conocer que recuperaron ADN de un desconocido del mango de un bate de madera con el que golpearon a Reese el día que fue asesinada. Asimismo, se descubrió ADN, que parece ser de la misma persona, en una camisa blanca ensangrentada envuelta alrededor del arma, informó el diario The Washington Post.
A pesar de que los resultados son “incompletos y parciales”, la organización confía en que estos abrirán el camino a nuevos descubrimientos que podrían limpiar el nombre del acusado. “Nos alegra que haya nueva evidencia en esa base y mantenemos la esperanza de que se descubra más información en el futuro”, dijo la hermana de Ledell Lee.
Por su lado, el gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, declaró que “esta nueva evidencia no es concluyente” y recordó que el jurado lo encontró culpable del crimen “basándose en la información que tenían”, por lo que tenían el deber de hacer que la ley se respetara. A esto se le suma que la fiscal general del estado, Leslie Rutledge, desestimó el caso.
Hasta los últimos momentos de su vida, Lee sostuvo que era inocente. Sus abogados reconocieron que el hombre tenía problemas de adicciones y que no pudieron armar una defensa adecuada en el caso.