El pequeño Isaiah Jarrett fue diagnosticado con meduloblastoma y, después de unas semanas falleció. (Foto: topdoctors).
El pequeño Isaiah Jarrett fue diagnosticado con meduloblastoma y, después de unas semanas falleció. (Foto: topdoctors).
Cristhian Zamudio

En algún momento de sus vidas, los niños menores de 12 años presentan dolores abdominales, aunque en la mayoría de ocasiones no es indicio de alguna enfermedad grave. Eso fue lo que pensaron médicos de Inglaterra cuando trataron a un menor de 8 años, pero después de unas semanas se dieron cuenta que tenía un tumor maligno.

Isaiah Jarrett tenía 8 años cuando los médicos le diagnosticaran meduloblastoma, un tumor cerebral canceroso maligno que comienza en el cerebelo, la parte baja del cerebro, según explica .

Sin embargo, Dena Allen (36), madre del pequeño, reveló que el personal médico pensó que los primeros síntomas que presentaba correspondían a una gastroenteritis, una infección de los intestinos que suele causar diarrea acuosa, dolor o calambres en el abdomen, náuseas o vómitos, y a veces fiebre.

“Pensé que podría haber tenido algo que ver con su barriga, nunca en un millón de años esperé que me dijeran que mi hijo pequeño tenía un tumor cerebral”, contó la madre de 7 hijos, según recoge .

Tras ser examinado, Isaiah no solo vomitó sangre, sino que tenía dolores de cabeza continuo y había rigidez en su cuello, según indica el medio en mención. Cinco semanas pasaron desde entonces y el pequeño Isaiah no presentaba mejoría, razón por la cual Dena exigió explicaciones.

Tumor agresivo le causó la muerte

Luego que los médicos del Hospital Infantil de Birmingham sometieran al niño a una tomografía computarizada, constataron que tenía un pequeño bulto del tamaño de una pequeña pelota de golf en el cerebro.

Se trataba de un tumor cancerígeno agresivo y, pese a que se le practicó una cirugía de 15 horas, no se pudo hacer nada para extirparlo. Por el contrario, Isaiah perdió la voz de forma inmediata y permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) durante cinco semanas.

“Isaiah sufrió hinchazón y acumulación de líquido, lo que significó que tuvo siete cirugías en total, y me dijeron que todas podrían matarlo”, recordó la mujer.

El 20 de julio del año 2022, el pequeño falleció en su casa de Castle Vale, Birmingham, luego que el cáncer se expandiera y no respondiera favorablemente a los tratamientos de quimioterapia y radioterapia.

Organización benéfica

Casi medio año después del deceso de su hijo, Dena Allen tiene como objetivo crear conciencia sobre esta enfermedad y por eso se unió como activista a la organización benéfica Brain Tumor Research, que apoya la investigación de los tumores cerebrales para encontrar una cura.

Desde el primero de febrero de este año, tiene como objetivo recaudar fondos en beneficio de las personas que padecen esta enfermedad.

Al participar en este evento y compartir la historia de Isaiah, espero ayudar a poner fin a los tumores cerebrales que acaban con la vida de todos, especialmente de los niños pequeños”, dijo Dena.

“Ninguna otra familia debería tener que pasar por la angustia y el dolor de perder a un ser querido”, remarcó.


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