En 2002, un británico de 19 años se convirtió en millonario tras ganar la lotería nacional del Reino Unido.
De la noche a la mañana, Michael Carroll, quien trabajaba como basurero, logró hacerse con un premio de 9,7 millones de libras esterlinas (más de 10 millones de dólares estadounidenses).
Han pasado 20 años desde aquel entonces, pero el joven actualmente se dedica a cortar leña y entregar carbón desde su humilde casa de Escocia. ¿Qué ocurrió con toda su fortuna?
Los excesos hicieron que perdiera el rumbo
Según el medio Daily Star, Michael gastó su dinero en drogas, alcohol y sexo con prostitutas. Estas actividades no solo lo dejaron en la bancarrota, pues también perdió a su esposa.
Carroll llegó a hacerse conocido por armar fiestas escandalosas llenas de mujeres desnudas que llevaban cocaína en bandejas. En una oportunidad, llegó a acostarse con ocho féminas a la vez.
El propio Michael llamó a estas fiestas “orgías al estilo romano”. Asimismo, admitió que gastaba hasta 50 mil libras por noche.
“En cada habitación de mi casa la gente estaba cogiendo. Las mujeres simplemente se me acercaban y me ofrecían sexo”, dijo. “Las chicas se quitaban toda la ropa y servían cocaína en bandejas de plata”.
El hombre confesó que el ganar la lotería afectó seriamente su salud. Aceptó ser alcohólico y admitió que regularmente ingería cocaína y bebía vodka cada mañana.
A pesar de lo sucedido, y de haberlo perdido todo, Michael asegura que no se arrepiente de lo vivido y que no haría nada diferente. “Fueron los mejores 10 años de mi vida”, señaló.
Malas decisiones financieras lo llevaron a la quiebra
Además de su adicción a las drogas, el alcohol y las mujeres, Carroll hizo inversiones considerables que no resultaron de la forma esperada.
Gastó 325 mil libras en una mansión que permaneció abandonada durante 10 años. Invirtió un millón de libras en Rangers, su club de fútbol favorito, el cual tuvo serios problemas financieros años después y compró oro por un valor de 150 mil libras.
En 2013, Michael se declaró en bancarrota y pasó tres meses en un hospedaje para personas sin hogar después de no encontrar trabajo.
Después de trabajar en una fábrica de galletas y un matadero, se mudó a Escocia en 2019 para convertirse en repartidor de carbón y madera. Poco después, logró reunirse con su ex esposa y retomaron su relación.
Pese a su inesperado final, Carroll, ahora de 39 años, prefiere ver el lado positivo de su nueva vida. “Vivo un estilo de vida bueno y libre ahora, y soy más feliz porque recuperé mi vida, soy un ganador de la lotería sin piel”, dijo.
“Creo que tengo suerte de estar vivo. Si todavía tuviera el dinero, estaría 6 pies bajo tierra”, concluyó.