El cáncer de piel es uno de los tumores con mayor incidencia en el ser humano, por lo que se le debe de dar la importancia que se merece. Pero también es cierto que no todas las personas lo hacen y cuando recién se animan a hacerse unos chequeos médicos se dan con la sorpresa que tienen cáncer.
Esta mujer de Orewa (Nueva Zelanda), identificada como Michelle Devis, puede dar fe de ello al restar importancia a un pequeño bulto en su nariz al cual lo asoció con una espinilla, pero resultó ser una masa maligna.
En primera instancia, la mujer intentó reventarlo con los dedos, sin embargo, no tuvo éxito. Al percatarse que no salió pus y el sangrado era cada vez más notorio, buscó ayuda profesional para que le diera un diagnóstico más acertado.
“Recuerdo que lo apreté y no salió nada. Luego sangró y sangró y sangró, como por una semana”, así lo recoge el portal The Mirror.
Su médico de cabecera inmediatamente pensó que era cáncer y, luego de una biopsia, le diagnosticó con carcinoma de células basales, una forma común de cáncer de piel que afecta a millones de estadounidenses en el año.
“Estaba en shock cuando me enteré. Nunca había oído hablar del carcinoma de células basales”, indicó.
Cabe mencionar que ya le habían advertido sobre el extraño bulto en su nariz, pero la mujer restó importancia a dichos comentarios y aseguró de que tenía una mancha o una llaga que no se curaba por sí sola.
Una segunda oportunidad
Ante ello, la gerenta de cuentas de Orewa se sometió a una cirugía para extirpar el cáncer y le estiraron la piel de la nariz para cubrir el agujero que dejó. Actualmente se viene recuperando en su casa.
Davis comentó que sus fosas nasales ahora tienen diferentes tamaños, sin embargo, se muestra agradecida con la vida por ser una de las pocas afortunadas a las que no les extirparon toda la nariz.
“Si hubiera seguido ignorándolo, se habría vuelto mucho más grande”, comentó la mujer, quien reconoció que quizás otra hubiera sido la historia si lo detectaban después.