La mascarilla se ha vuelto parte de nuestro outfit desde hace unos meses a causa de la pandemia. Llevar este artículo, que para algunas personas resultado incómodo, nos brinda cierta protección ante el COVID-19.
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En estas últimas semanas, los tapabocas han sido blanco de estudios bastante llamativos. Varios de ellos no tienen relación con el tema sanitario, sino con aspectos totalmente diferentes.
En dicho grupo se encuentra una investigación realizada por el Temple University’s College of Public Health y la Universidad de Pensilvania. Estas dos instituciones son de Estados Unidos (EE.UU.).
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Su trabajo se titula Beauty and the Mask (La bella y la mascarilla) y analiza qué efectos tiene el uso de mascarillas en la percepción de la gente. Uno de los aspectos tocados fue la belleza o atractivo de las personas.
Llamativamente, la mayoría de los 500 participantes del estudio sostuvieron que alguien con tapaboca luce más simpático que otro que no lo lleva.
“Para la gente que se preocupa por su aspecto físico o no acaben de gustarse cómo se ven con mascarilla en público, tenemos pruebas que dicen que, en realidad, la gente les va a percibir como más atractivas”, confirmó David Sarwer, investigador de Temple University.
Este resultado tendría mucha relación con el funcionamiento del cerebro humano. De acuerdo con varias teorías de percepción, la mente llena los vacíos que faltan en una figura o trata de asociar algo que no percibimos bien con un objeto que conocemos.
En esa línea, el cerebro estaría ‘completando’ las partes faltantes, nariz y boca, con las mejores referencias. O sea, podríamos creer que una personas con mascarilla tiene la nariz perfilada o los dientes parejos y blancos cuando, quizá, no sea así.