Betty Sandison, una abuelita de 84 años de los Estados Unidos, es el mejor ejemplo de que la edad no es ningún impedimento para hacer las cosas que amamos, y es que esta mujer consiguió graduarse de la universidad tras casi 7 décadas de haber iniciado sus estudios, razón por la cual su historia se convirtió en tendencia de diversas redes sociales.
Luchando por sus sueños
Nuestra protagonista nos cuenta que, en sus años mozos, en 1955, se matriculó en la Universidad de Minnesota para cursar estudios multidisciplinarios, pero estos no pudieron concluir debido a que se casó, pero también se dedicó a criar 2 hijos, tras lo cual transcurrieron, exactamente, 67 años.
En su momento, inicialmente, obtuvo su licencia de enfermería después de un año, pero cuando contrajo matrimonio se vio forzada a abandonar los estudios cuando solo le faltaban 30 créditos para concluir la carrera.
Obligada a dejar la enfermería
Para cumplir sus sueños, Betty dejó su natal Renville para mudarse a Minnesota, siendo ella la primera persona de su familia en cursar estudios universitarios.
Su labor de madre, criar, amamantar a sus hijos hizo que no volviera a retomar los estudios, pero no fue sino hasta 2013 cuando hizo una lista de deseos y entre ellos figuraba sacar su título como enfermera: “Salí a almorzar con amigos y estábamos hablando de listas de deseos y cosas que queríamos hacer. Dije que siempre quise graduarme”.
Un sueño hecho realidad
Tuvieron que pasar 5 años más, en 2018, para que se inscriba, pero, casi de inmediato, se topó con algunos problemas que no tuvo en 1955: la tecnología. Al dar declaraciones a WCCO recordó dichos episodios de forma jocosa: “Ese negocio de las computadoras casi acaba conmigo”, pero la perseverancia la llevó a insistir hasta que llegó la pandemia de la COVID-19 que, por poco, la vuelve a apartar de sus objetivos.
Sin embargo, tras una espera de 67 años, finalmente, llegó el 7 de mayo, fecha en la que Betty obtuvo su título en estudios multidisciplinarios a los 84 años: “Simplemente, pura alegría, pura satisfacción de haber alcanzado mi objetivo de caminar por Northrop Mall”.
Finalmente, la abuelita no sabe qué es lo que le depara la vida en adelante, pero tiene la seguridad que uno debe hacer las cosas que ama: “Tienes que hacer lo que quieres hacer o cuáles son tus objetivos. No dejes que nadie te detenga”, sentenció.