Sophia Roberts, de los Estados Unidos, con 30 años se prepara para ser una talentosa cirujana cardiaca quien sigue los pasos de su padre Harold, cuya historia de superación y apoyo la ha llevado recientemente a compartir el quirófano al lado de su progenitor para realizar una complicada intervención al corazón, la misma que se hizo tendencia en diversas redes sociales.
En la actualidad, Sophia hace su residencia médica en cirugía general en el Barnes Jewish Hospital de Saint Louis, Missouri, mientras que el hombre le dio la vida, hoy de 66 años tiene 32 de estos practicando la medicina, pero en agosto del 2021 fue contratado como profesor asociado en cirugía cardiaca en el nosocomio donde se encuentra su hija.
Destinados a operar juntos
En mayo de 2022, ambos Roberts trabajaron juntos para reemplazar una válvula aórtica, una oportunidad que la mujer de 30 años no iba a desperdiciar por nada del mundo, en buena medida, porque los médicos que inicialmente ayudarían a su padre fueron marginados de este procedimiento debido al COVID-19.
Al programa Good Morning America, Harold reveló: “Le dije a Sophia que tenía este caso pendiente y ella salió y leyó sobre él. Y nunca lo había visto, mucho menos ayudado”. Su idea era pasar un mes aprendiendo junto y operando como cirujano desde 2020, pero este plan no pudo realizarse debido a la pandemia.
Cuando llegó el día de la operación, papá Roberts estaba satisfecho de contar con su hija, asegurando que dicha experiencia fue “realmente agradable”, sobre todo, una vez los naturales nervios iniciales desaparecieron.
“Gran trabajo”
De “gran trabajo” catalogó Harold lo hecho por Sophia al ayudar a abrir el tórax del paciente: “Fue realmente muy sencillo. No habría hecho el caso mejor si hubiera tenido otro cirujano cardíaco ayudándome”.
Por su parte, Sophia, quien fungió de primera asistente durante la intervención, confesó que se sintió cómoda: “Es muy especial que yo estuviera operando con él, pero, francamente, podría haber estado operando con cualquier persona. De repente, solo te enfocas en ese paciente y haces que la operación transcurra sin problemas”.
Pero ¿Cómo se encuentra la paciente que operaron? El mayor de los Roberts lo cuenta así: “La encontré en la clínica no hace mucho y estaba muy feliz que su corazón fuera noticia”.
Vocación desde niña
Cuando fue preguntado por el interés de su hija por la medicina, Harold dijo que este se inició hace 20 años, cuando la llevó a observar su primera operación: “En lugar de leerle libros de cuentos a veces, le mostraba libros de anatomía y cosas por el estilo. Ella, realmente, mostró interés real en eso”.
Y agrega: “El primer caso que vio fue el mío reparando una válvula mitral y en lugar de ser una niña inquieta parada detrás de la pantalla de éter allí, estaba fascinada y bastante tranquila. Pero, después de hablar con ella me di cuenta que, realmente, había estado observándolo atentamente y parecía disfrutarlo”.
Su padre, una gran inspiración
Al recordar esta esta experiencia, Sophia asegura que hubo un antes y después de la misma: “En la cirugía cardiaca, para trabajar en el corazón, hay que detenerlo y la sangre todavía necesita circular en el cuerpo. Así que confías en la máquina de derivación cardiopulmonar que extrae toda la sangre del cuerpo, le pone oxígeno y luego lo recircula de vuelta al cuerpo. Así que ver eso como una niña de 11 años también es bastante salvaje”.
“Fue interesante ver que mi papá era el que, como cirujano, dictaba el estado de ánimo de la sala y unía a todo el equipo. Así que fue genial”, confesó a Good Morning America.
Quieren seguir operando juntos
Ambos se mostraron más que contentos de volver a operar juntos, pero hay algunos pendientes, como la investigación cardiovascular que ella piensa realizar en 2023, para luego continuar con su programa de residencia de 7 años en la Universidad de Washington: “El hecho que hayamos llegado tan lejos, y es bastante extraño que nuestros caminos se hayan conectado en este punto. Todavía queda mucho por hacer”.
Finalmente, Harold espera poder seguir enseñando más sobre el corazón a su hija: “¿Qué puede ser mejor? Le enseñé a esta niña a andar en bicicleta hace unas décadas. Ahora, enseñarle cómo operar un corazón humano es bastante alucinante”, sentenció.
¿Cuánto tarda una operación al corazón?
Esta cirugía puede demorar de 3 a 5 horas. Algunas veces, se realizan otros procedimientos durante una cirugía aórtica abierta. Estos incluyen: Cirugía de revascularización coronaria, reemplazo de la raíz aórtica (procedimiento de David) y procedimiento de Ross (o intercambio), según explican desde medlineplus.