Un hombre de Florida cuenta cómo salvó a su perro de las fauces de un caimán

Un hombre de 77 años de Florida demostró que la fuerza física y la agilidad mental pueden ser herramientas poderosas cuando hay que enfrentarse a situaciones extremas. Art Auwaerter, de Moore Haven, Florida, se vio obligado a actuar rápidamente para salvar a su fiel compañero de cuatro patas, Rodger, de las fauces de un caimán. Sin dudarlo, el sujeto se abalanzó sobre el depredador para liberar a su perro, en un increíble testimonio que fue recogido por el medio Fox News Digital.

“No podía ver a esa criatura matar a mi perro. No tuve elección. Tuve que hacer algo”, declaró el hombre. “Salté sobre su espalda, justo detrás de su cabeza, agarré su mandíbula superior y tiré para que soltara a Rodger”.

El hecho se produjo cuando Auwaerter, quien vive muy cerca del río Caloosahatchee, escuchó un gran chapoteo, indicio de peligro.

“Supe inmediatamente lo que estaba pasando porque sólo hay una cosa que podría causar ese gran chapoteo, y es un gran caimán atacándolo”, recordó el estadounidense. “Entonces corrí al río y efectivamente, es un caimán grande”.

Sin dudarlo, Auwaerter, levantador de pesas competitivo desde los 16 años, actuó instintivamente, enfrentándose al reptil para liberar a su mascota.

Resultaron heridos, pero se recuperaron

“Tenía mis manos en su boca y hasta donde él sabe, lo estoy atacando”, aseguró. “Recuerdo que mis dedos encajaban perfectamente en los espacios entre sus dientes. Podía sentir sus dientes y de repente se sacudió muy violentamente y rodó, y me arrojó al agua, que tenía aproximadamente dos pies de profundidad”.

El hombre se puso de pie y tomó a Rodger para llevarlo a un lugar seguro, pero luego el caimán centró su ataque en él. “Me mordió el muslo izquierdo”, recordó.

“Así que me agaché para intentar quitármelo de la pierna y él me soltó. Dije: ‘Guau, soy libre’. Agarré a Rodger, lo lancé por el banco, trepé por la tierra y ambos escapamos”, agregó.

Su fuerza y valentía fueron fundamentales para la supervivencia de ambos, aunque no sin consecuencias ya que tanto él como su compañero peludo sufrieron heridas en el enfrentamiento.

Auwaerter fue llevado en ambulancia a una sala de emergencias, donde pasó varias horas mientras le limpiaban la herida y la engrapaban.

Ahora, Rodger parece tener un gran respeto por lo que podría estar acechando en el agua cerca de su casa. “No diría que le tiene miedo, pero no quiere meterse en el río”, dijo su dueño.

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